El productor ejecutivo de Aristia Producciones y Espectáculos, Antonio Vázquez, considera que las adaptaciones para que películas, series y demás productos audiovisuales sean accesibles a las personas con discapacidad auditiva y visual tendrían que «ser como el doblaje» e incorporarse a las obras a lo largo de toda la cadena de distribución, algo que «en España está muy lejos de la realidad».
Vázquez presenta hoy el libro ‘Audiodescripción, norma y experiencia’ en un acto organizado por el Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción (CESyA) junto con la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y el Real Patronato sobre Discapacidad.
En declaraciones a Servimedia, el autor propuso que las distribuidoras incorporen las adaptaciones de accesibilidad (subtitulado, audiodescripción y lengua de signos) a todas sus obras «como se hace con las bandas de doblaje».
Según explicó, cuando una obra va a ser distribuida en España, si no es en versión original, se graba el doblaje y este se incluye en todas las copias, sea cual sea su uso comercial.
«No es sólo que muchas distribuidoras y productoras no lo pidan, prosiguió, «sino que algunas que sí lo hacen deciden incorporarlo solo en los DVD o Blu-Ray, pero no cuando (los productos audiovisuales) se envían a canales de televisión o a las plataformas».
«Tenemos el caso de televisión española, que nos ha solicitado la audiodescripción de varias películas que ya habíamos hecho pero que su distribuidora no se las había facilitado», citó a modo de ejemplo.
«Otro problema es la falta de información», prosiguió Vázquez, pues las personas con discapacidad visual «no tienen manera de saber si determinada serie, película o documental que emitirá una cadena va a ofrecer audiodescripción o no con antelación». «Tienen que probar, y si se escucha algo, será que tiene, y si no, pues nada». Esto es algo que en el cine no pasa, gracias a la aplicación AudiexMobile de la 11.
Vázquez destacó que en Alemania hay una ley que obliga a que todas las producciones audiovisuales incluyan adaptaciones de accesibilidad, así que «sí es posible»
PORCENTAJES INSUFICIENTES
Según el último informe del CESyA, el 83,53% de la programación en la televisión digital terrestre contaba con subtítulos en 2019 (un 1,19% más que en 2018), cifra que cae hasta el 7,07% en el caso de la audiodescripción para personas con discapacidad visual (un 0,59% menos en comparación con el periodo anterior).
Este porcentaje fue aún menor (4,74%) respecto a la interpretación en lengua de signos, que ha aumentado un 1,15% frente a 2018. Para el experto, el mayor porcentaje del subtitulado «es normal», puesto que gran parte de la programación de las cadenas no precisa ser audiodescrita y sí, en cambio, subtitulada.
«Una persona ciega puede escuchar un informativo, un concurso o un programa de entretenimiento y estar al tanto del 95 % del contenido», razonó. «Esto no sucede con las personas sordas, que precisan subtítulos para seguirlo todo». Pese a ello,Vázquez consideró estos porcentajes «muy insuficientes».
A su juicio, «con apenas un 35 % de audiodescripción, las cadenas cubrirían el 100% de la programación, porque no se necesita más. Y, sin embargo, no lo hacen».
ARTE Y OFICIO
Vázquez es profesor de audiodescripción en varias universidades españolas y trabaja como audiodescriptor para la ONCE y las óperas del Teatro Real. En su libro, cuenta los detalles técnicos y «todos los aspectos que hay que tener en cuenta» para hacer una buena audiodescripción.
«Partimos de la ley de 2005, y hemos incorporado muchas mejoras que los propios usuarios con discapacidad visual nos han comentado». “Narrar sin juzgar, respetar las elipsis visuales, no perderse en los detalles técnicos, incorporarlos cuando es necesario… Estos son algunos de los aspectos que el libro trata y que para Antonio «son cuestión de conocimiento y, sobre todo, de oficio».
«En general, no solemos describir los movimientos de cámara, salvo cuando desempeñan una función narrativa (como), por ejemplo, la mirada del personaje», aclara. Por ello, «debemos visionar muchas veces los productos». Los vemos una vez del tirón», señala, «y luego vamos escribiendo poco a poco y revisando. A veces nos damos cuenta de que ciertos elementos es mejor quitarlos, porque no aportan información y despistan», dijo, «y otras, vemos que hay que añadir otros que habíamos deshechado».
Con todo, «incorporar la accesibilidad audiovisual resulta bastante barato», declaró Vázquez . En su opinión, «el pretexto del coste económico «es sólo una excusa» que además se podría mejorar incorporando la accesiblidad desde el principio».
‘Audiodescripción, norma y experiencia’ se contagia en todo momento de la vida de su autor y basa su contenido en tres pilares fundamentales: la formación de audiodescriptores, el amor al cine y las artes escénicas, y la profunda experiencia personal que le supuso a Antonio Vázquez ser padre de una persona con discapacidad. Asimismo, el tomo cuenta con una serie de ejemplos y casos prácticos reales que profundizan en las vicisitudes y el día a día del oficio del audiodescriptor.
SERVIMEDIA