Los primeros meses del año es siempre la mejor oportunidad para adentrarse en la reforma de un inmueble, ya sea parcial o total, debido a una serie de ventajas que se asocian a esta tarea en esta época del año.
Aunque esté muy extendida la creencia de que en los primeros meses del año no está recomendado acometer trabajos de modificación en inmuebles, lo cierto es que se trata, según los profesionales del sector, en el mejor momento de todo el año.
Esto es aún más evidente en las reformas de interiores, puesto que las de exterior se aconsejan más para el verano, con un clima más cálido para un correcto desempeño de este trabajo.
2Los problemas se detectan con más facilidad
En las estaciones del inicio del año es cuando más humedad puede experimentarse, tanto por precipitaciones como por el ambiente gélido de las madrugadas en muchas zonas.
Por este motivo, un objetivo muy común en esta época es una reforma integral de cocina para solucionar este problema en un entorno donde están muy presentes estos defectos.
También se puede ver de forma más clara los problemas de grietas en las ventanas, un impedimento importante para un correcto aislamiento, tanto térmico como acústico.
Por otro lado, en invierno, con la escasa cantidad de luz natural que se da durante los días, se puede ver la iluminación que entra en el inmueble y así ponerle remedio para solucionar este problema y que entre la mayor iluminación posible durante todo el año.