Laurent Simons es un niño de nueve años que en diciembre terminará la carrera de ingeniería eléctrica en la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en Bélgica. Es “simplemente extraordinario”, le describen sus profesores.
«No solo es hiper inteligente, sino también un niño muy comprensivo», explicó el director de educación de la universidad, Sjoerd Hulshof.
Una vez concluya sus estudios de ingeniería, Simons comenzará un grado en medicina, contaron, por su parte, los orgullosos padres, médicos de profesión, a la ‘CNN’.
Los progenitores comprenden que sigue siendo un niño y por eso quieren que juegue y se divierta como los demás niños de su edad. «No queremos que se ponga demasiado serio. Hace lo que le gusta», dijo el padre. «Necesitamos encontrar un equilibrio entre ser un niño y sus talentos», continuó.
Su progreso no ha pasado desapercibido y ha recibido numerosas ofertas de prestigiosas universidades de todo el mundo para que el pequeño curse sus estudios en sus instalaciones, aunque la familia prefiere no decir por cuál de ellas se decantará. Antes, planean tomarse unas vacaciones en Japón.