Una mujer de origen neozelandés fue encontrada el domingo en un pequeño bote frente a la costa de Grecia después de pasar dos días a la deriva en el mar Egeo. La naufraga pudo sobrevivir comiendo chucherías y cubriendo su cuerpo con bolsas de plástico.
Kushila Stein, de 47 años, fue rescatada a 23 millas al sur de la isla griega de Folegandros después de perderse en el mar durante 37 horas, informó la Guardia Costera Helénica en un comunicado.
La mujer pertenecía a la tripulación del yate ‘Rival 43’, en el cual había navegado desde Turquía hasta el sur de Atenas, donde atracó el pasado viernes cerca de la isla Folegandros, informó el ‘New Zealand Herald’.
Tras desembarcar en tierra, la marinera decidió coger un pequeño bote y acercarse a la isla remando para explorar el lugar. Durante el trayecto de vuelta, la mujer perdió uno de los remos de la embarcación y se adentró en el mar como consecuencia de los vientos.
«Hice todo lo que pude para sobrevivir», aseguró la naufraga, quien racionó una bolsa de chucherías que llevaba en su mochila. Para protegerse del frío, envolvió sus manos, y otras partes del cuerpo en bolsas de plástico, y utilizó un espejo para reflejar la luz y llamar la atención de los aviones que la sobrevolaban o a los barcos que navegaban en la distancia.
Stein llegó a escribir el nombre y el número de teléfono de su madre en uno de los costados del bote por si no la encontraban con vida.
No fue hasta el sábado cuando el resto de marineros del ‘Rival 43’ dieron aviso a las autoridades tras no tener noticias de la mujer.
La Guardia Costera Helénica envió en su búsqueda un helicóptero, varios barcos y un dron submarino. Cuando finalmente encontraron a la mujer, la trasladaron al puerto de Heraklion, en la isla de Creta. Según los informes, llegó al hospital en perfectas condiciones.