El Cabildo acogió anoche el estreno del documental ‘Resistencia trans’ y los testimonios de dos mujeres con motivo del ‘Octubre trans’
Montserrat González y Margaret García vivieron la persecución en el franquismo, el rechazo de la sociedad y la exclusión del mercado laboral
“Nos han destrozado la vida y humillado” aseguran y exigen la aprobación de leyes que las ampare para compensar el sufrimiento
Las mujeres mayores trans sufrieron la persecución en la época franquista y el rechazo de la sociedad, que las abocó a una vida de exclusión y prostitución, y por eso reclamaron anoche en el Patio del Cabildo la tan ansiada igualdad, además de poder tener una vejez digna y que por fin se las trate como persona, porque la sociedad nunca las trató como tal y han sido las grandes olvidadas también por las administraciones.
La Institución insular celebró ayer el ‘Octubre trans’ con el estreno en Gran Canaria del documental ‘Resistencia trans’ y un coloquio en el que Montserrat González y Margaret García explicaron el sufrimiento que pasaron. “Nos destrozaron la vida y nos humillaron porque recibimos muchas cachetadas, insultos y palizas. No ha sido fácil”, explicó González, quien es presidenta del Colectivo Gamá.
Y por todo ese sufrimiento, que achacan principalmente a la sociedad y al sistema que les excluyó del mercado laboral y del acceso a ayudas, reclaman ahora una compensación y la aprobación de leyes que las ampare, y advierten que van a seguir luchando, no se van a callar ni a dejarse pisar más. “Si Franco no pudo amordazarnos, nadie podrá”, advirtió González. Ella tuvo que dedicarse a la prostitución durante 20 años para poder sobrevivir y ya está cansada de pedir limosnas.
Ellas sufrieron “lo que no está escrito” porque eran consideradas enfermas mentales y las detenían por escándalo público, y por eso ahora no solo alzan la voz por las mujeres mayores trans, sino también para que los jóvenes no tengan que pasar lo que ellas pasaron. “Nosotras abrimos camino, la juventud lo tendrá un poco más fácil”, aseguró García, quien dedicó parte de su vida al mundo del espectáculo y apenas tiene unos años de cotización.
“No toda la sociedad te trata como una mujer. Por mucho que lo diga un carné eres un tío y un maricón”, detalló González para explicar que cambiar el nombre en el DNI no significa que los demás las acepten y respeten, aún en la actualidad, pese a los avances.
Este acto, que contó con la colaboración de Gamá, está enmarcado en el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans para visibilizar este colectivo y la lucha por sus derechos, una de las metas del programa de gobierno del Cabildo para los próximos cuatro años, explicó la consejera de Igualdad y Diversidad, Sara Ramírez, quien destacó que es necesario que tengan reconocimiento y apoyo.
‘Resistencia trans’ y el dilema de elegir el camino
Además de escuchar el duro y emotivo testimonio de dos mujeres mayores trans, los asistentes al acto en el Patio pudieron ver el documental ‘Resistencia trans’, que se estrenó en Gran Canaria. Se trata de un trabajo realizado en Valencia que refleja el duro relato de dos mujeres trans que eligieron caminos opuestos, una de ellas enfrentarse al mundo, vivir su vida y no la de los demás pese a las dificultades, y la otra, esconder su identidad de género y llevar una doble vida durante años a costa de su estabilidad emocional, hasta que dio el gran paso.
El documental relata el cambio que ha experimentado la sociedad ante la transexualidad y a la vez muestra las dificultades que tuvieron que pasar, tanto hombres como mujeres, cuando aún era perseguida.
Gloria, la que escondió su identidad de género durante toda su vida, llegó a alistarse en el ejército y permanecer durante 10 años en él para creer que reforzaba así su hombría. Vivió así una doble vida hasta que con 45 años decidió comenzar la transición pese a las reticencias familiares y las dificultades para encontrar un trabajo, y también pese a su pánico de que la llamen ‘travelo’ por la calle.
Carmen, en cambio, decidió asumir la dureza de la vida que escogió. “Decidí que estaba harta, que solo tenía una vida y que iba a vivirla como a mí me diera la gana”, relata. Además, reivindica la memoria de las personas trans represaliadas en una obra de teatro en la que cuenta la historia de Margarida Borrás, considera la primera transexual y cuyo desafío le costó la vida. “O eras prostituta o eras artista y como artista pasabas más hambre que el perro de un ciego”, explica.
El documental, dirigido por Claudia Reig y producido por la Cooperativa Valenciana Barret, junto con el colectivo Lambda, está salpicado también de otras historias, como la Guillem Montoro, primer hombre trans concejal visible, e incluso las de adolescentes que ya desde muy pequeños tuvieron clara su identidad de género y que gracias al cambio en la sociedad han tenido un camino con menos dificultades.