El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reiteró este lunes que lo que el Gobierno exige al presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, es “una condena de la violencia taxativa, expresiva, sin falsas equidistancias, sin ambages”.
Marlaska, en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Servimedia, desdeñó así una condena genérica o a todas las violencias como la que ha intentado Torra, y puso condiciones a la exigencia de condena que el presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, le ha puesto para cogerle el teléfono, cosa que se negó ayer a hacer por dos veces. Sánchez le envió hoy una carta en la que le explicita esta exigencia.
El ministro reiteró, por otra parte, que la manifestación de ideas con violencia “no” es posible, porque “con violencia no hay democracia” y constató que “detrás está el independentismo violento”. No obstante, dijo que confía en que su intensidad se rebaje a partir de ahora.
Por el contrario, Marlaska no entró a comentar las críticas que han hecho sindicatos policiales a una supuesta “tibieza política” en la preparación de los dispositivos, y se limitó a decir que los agentes “se están preocupando al 100% de realizar su función con sometimiento a la ley y la Constitución”, pese a que “pocas veces se han visto con un uso de la violencia tan indiscriminados” y que se han visto antes “pocas situaciones de tanto riesgo efectivo para su propia integridad”.
(SERVIMEDIA)