El ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria invita a la ciudadanía a participar de las actividades programadas en el muelle deportivo de la ciudad durante la escala de esta exigente competición náutica
La salida de los 84 veleros el sábado, 2 de noviembre, rumbo a Martinica, convertirá la marina y el frente marítimo de la capital en una singular y emocionante postal marítima
La dársena de la Vela Latina Canaria, en el muelle deportivo, respira desde hace unos días el ambiente de aventura que propone y exige la vela oceánica. La flota de la regata en solitario Mini-Transat, que partió de la ciudad francesa de La Rochelle el pasado sábado 5 de octubre, con 87 veleros de tan solo 6.5 metros de eslora, ha iniciado su única escala atlántica en Las Palmas de Gran Canaria. Los veleros permanecerán atracados en la capital hasta el próximo 2 de noviembre, cuando saldrán rumbo a Martinica, al otro lado del océano.
El ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha preparado una agenda de actividades, dirigidas tanto a los regatistas como a la ciudadanía y a los turistas, con el objetivo de “conectar la ciudad con la vela oceánica y complementar el atractivo deportivo de la prueba con el carácter cultural y de ocio de la urbe”, explicó el concejal de Turismo, Pedro Quevedo.
Durante el tiempo de estancia de las embarcaciones se han programado visitas didácticas y encuentros entre los navegantes y escolares, puertas abiertas en la dársena para la ciudadanía, un mercadillo marinero, la regata prólogo por la bahía de la capital, que tendrá lugar el sábado 26 de octubre, y la entrega de premios de la primera etapa, el 31 de octubre. “El público de la ciudad está invitado. Queremos que la ciudad se empape de vela oceánica y que los regatistas se integren en la ciudad. La Mini-Transat es más que una regata. En esta competición lo único pequeño son los barcos”, apuntó el edil.
La regata está considerada una de las pruebas más apasionantes en el deporte de la vela. Su lema: Un hombre, un barco, un océano, pone a prueba las destrezas de los navegantes que se enfrentan en solitario a las condiciones del océano, en veleros de tan solo 6,5 metros de eslora, con la única ayuda de un GPS, cartas náuticas de papel y un VHF para recibir la información meteorológica. La ayuda externa está prohibida.
Las concejalías de Turismo y Ciudad de Mar con la colaboración del Puerto de Las Palmas, las federaciones de Vela y Vela Latina Canaria y el Real Club Náutico de Gran Canaria además de los empresarios del sector son los responsables de la logística y la acogida de los navegantes. La organización técnica francesa y la clase Mini de Vela coordinan la parte competitiva y la seguridad de los regatistas en el mar. Todo funciona como un reloj en una travesía tremendamente dura.
El concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, agradeció la colaboración de todas las instituciones y profesionales del mar que están colaborando y destacó la predisposición de la Federación de Vela Latina Canaria de ceder sus instalaciones para acoger a la organización. “Todo el mundo está colaborando con neumáticas, embarcaciones de apoyo, actividades de animación, incluso la Cooperativa de Pescadores de San Cristóbal ha cedido material para decorar la carpa de descanso y encuentro”, añadió.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las palmas, Luis Ibarra, reiteró la importancia que para el Puerto , la ciudad y la isla tiene eventos de estas características y apostó porque la capital vuelva a ser sede del evento en sus próximas tres ediciones. “El Puerto está en la línea de apoyar este concepto de economía azul. El próximo año sacaremos a licitar la ampliación del muelle deportivo para ampliar nuestra capacidad de desarrollo de la náutica”, apuntó.
Proyecto escolar Label Bleue
Entre las actividades programadas destaca de manera especial el proyecto escolar Label Bleue con contenidos pedagógicos dirigidos a los niños y niñas de La Rochelle, Las Palmas de Gran Canaria y Martinica.
La iniciativa trabaja con el objetivo de fomentar comportamientos completamente respetuosos con el medio ambiente marino y con el compromiso de llevar a las aulas una auténtica escuela del mar gracias a la colaboración de los propios navegantes que son apadrinados por diferentes colegios. Los centros escolares que han aceptado este reto llevan meses trabajando contenidos relacionados con la navegación y el océano y entre el 21 y el 23 de octubre visitarán la marina, los veleros y participarán en talleres y charlas con los regatistas.
La Mini-Transat ha organizado además otras dos jornadas de puertas abiertas para los centros escolares con actividades que les permitirá conocer los valores que se ponen a prueba en este tipo de regatas. Ramírez remarcó ella apuesta educativa de la regata: “Tendremos un centenar de niñas y niños cada día en el muelle y estarán aprendiendo con las profesionales y deportistas que forman parte de la organización. Los niños mientras se divierten aprenden materias relacionadas con las matemáticas y conceptos distancias y escalas, millas, nudos, pies y pulgadas, latitud y longitud; geografía e historia con las tres sedes de la regata o ciencia y tecnología analizando la construcción y el funcionamiento de los veleros. Somos una ciudad rodeada de mar que necesita seguir creando lazos con todo lo que significa vivir en medio del Atlántico”,
También habrá una agenda cultural para los deportistas que podrán hacer una inmersión en la ciudad y la isla con visitas guiadas a espacios de referencia turística como el casco histórico de la capital, Vegueta y Triana; Arucas y Agaete, entre otros.
Una regata para los futuros grandes nombres de la vela oceánica
El responsable técnico de la Mini – Transat, Jean Saucet, remarcó el ambiente de hospitalidad y recibimiento que están teniendo todos los navegantes a medida que alcanzan el litoral de la capital grancanaria. Saucet explicó las características de esta regata: “Los minis 6.50 son los veleros más pequeños para enfrentar el mar. En cada regata, hay dos categorías de barcos, los prototipos que son barcos hechos a medida y fabricados individualmente y las miniseries fabricada en cantidades de más de diez unidades. Los perfiles de los navegantes, hombres y mujeres, que se embarcan en esta aventura son muy variados, algunos se convierten en futuros grandes nombres de la vela mientras que otros llegan a realizar el sueño de sus vidas”.
De cara a la segunda etapa, que comenzará el sábado 2 de noviembre, Saucet dijo: “Tras la parada en Las Palmas de Gran Canaria, esperamos que los skippers se encuentren lo antes posible con los vientos alisios que les llevarán en largas olas hacia Martinica. En esta travesía los patrones deberán manejar los ángulos de descenso en vientos de popa y las turbonadas o ciclones tropicales”. La Mini-Transat tendrá su meta en la bahía de Le Marín.
En la regata participan 3 españoles, entre ellos el canario, Miguel Ángel Rondón, aun en el mar aproximándose a Gran Canaria, el catalán Pep Costa que pasó la línea de meta ayer martes, 15 de octubre en el puesto 13 de Proto. Costa invirtió desde La Rochelle, 9 días, 19 horas, 35 minutos y 23 segundos con su Mini 6.50 «Tip Top Too» a una velocidad media de 6,5 nudos.