Juan Miguel Díaz Rodelas, canónigo de la catedral de Valencia, acudía como invitado a la boda que había oficiado en Valencia. Fue durante la celebración del enlace cuando murió atragantado por culpa de un trozo de carne.
Según informa la ‘Cadena Ser‘, será este lunes cuando se le practique la autopsia aunque, las primeras hipótesis de los sanitarios que acudieron al lugar donde se celebraba el convite apuntan a que fue un atragantamiento lo que le provocó la muerte.
Según estas mismas fuentes fue un sacerdote que acompañaba a Díaz Rodelas quien se percató de lo que estaba ocurriendo y tras ver la gravedad, pidió a un seminarista que fuese a la cocina y trajese rápidamente aceite con el que se le pudo dar la extremaunción.