El día 5 de octubre se produce la primera de las tres visitas gratuitas que se cursan para conocer el trabajo de las mujeres vinculadas a la Asociación de Caladoras de la citada villa del sureste de la Isla.
El Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria celebra en la mañana del día 5 de octubre la primera de las tres visitas guidas con carácter gratuito programadas a Ingenio, para conocer el trabajo de las mujeres caladoras que desarrollan su labor en la Oficina de Información Turística de dicha villa.
La visita, que volverá a celebrarse los días 15 y 17 del presente mes, está programada con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, con la pretensión de difundir el trabajo artesano vinculado al patrimonio cultural de la isla que desarrollan, en este caso, las caladoras vinculadas a la Asociación de Caladoras de Ingenio, entidad que colabora en la realización de esta actividad. La asistencia a la mencionada actividad requería inscripción previa.
La duración aproximada de la visita, que incluye un recorrido por el casco histórico de Ingenio, será de tres horas. Tras dicho recorrido las caladoras de la mencionada asociación explicarán de primera mano el laborioso proceso para la realización de sus famosos calados, el papel que esta labor jugó entre las mujeres ingenienses y cómo se ha modernizado esta actividad para combinar tradición, diseño y moda.
La iniciativa estará interpretada por un técnico de la empresa Tibicena que explicará a los asistentes el protagonismo de las mujeres caladoras de Ingenio, uno de los pocos municipios grancanarios en los que aún se encuentra presente esta actividad introducida en el siglo XIX en el Archipiélago Canario, de la que vivían entre 10.000 y 12.000 mujeres, especialmente en Tenerife, Gran Canaria y La Palma. En la actualidad, el calado en Ingenio sigue vivo gracias, entre otras entidades, a la Asociación de Caladoras de la Villa de Ingenio (ACVI).
El calado es el bordado tradicional de Ingenio, casi todas las familias de este municipio poseen algún ejemplar de esta bella artesanía. En un contexto económico de pobreza extrema en el que era conocido como el triángulo de la miseria, las mujeres de la Villa de Ingenio, con su esforzada labor caladora, lograron hacerse con una fama y reputación que les permitió vender sus trabajos por toda la isla de Gran Canaria, llegando a exportarlos al continente europeo. Esta actividad asociada al ámbito doméstico, permitió unos ingresos esenciales en la economía rural de las modestas familias del pueblo.