El exjugador de fútbol vive en el lujoso barrio madrileño de La Moraleja. Allí un grupo de ladrones, utilizando la técnica ‘técnica del saltamontes’, que consiste en trepar por los árboles de la propiedad para introducirse en los domicilios por las ventanas de los pisos superiores, intentó irrumpir en la vivienda, informa ‘Cuatro’.
Sin embargo, la mujer del entrenador, que estaba en la cocina, sorprendió a uno de los criminales cuando intentaba entrar en la casa y comenzó a gritar. Alterado por los chillidos, Solari, que se encontraba en otra zona de la casa, acudió corriendo para ver qué sucedía. Los ladrones, al ver al deportista, emprendieron la huída.