El intérprete norteamericano, James Franco, ha sido demandado por dos de sus exalumnas por un presunto delito de abuso sexual cometido en el ‘Studio 4’, escuela de interpretación, propiedad de Franco.
Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal aseguraron que el artista las acosó sexualemte durante las clases en la academia, que cerró sus puertas en 2017.
Tal y como indica la documentación judicial, el actor insistió en que las jóvenes se desnudaran frente a él y que interpretaran una escena de contenido sexual con la promesa de ser elegidas para un papel, informa ‘DailyMail’.
Ambas declararon que tanto Franco como sus socios evitaron seguir los protocolos establecidos en la industria para rodar este tipo de escenas.
“(Franco) presionó paulatinamente para participar en actos sexuales simulados que iban mucho más allá de los estándares de la industria“, puede leerse en el auto.
Las demandantes añadieron que aunque la matrícula costaba 300 dólares mensuales, para asistir a una clase magistral con el actor, se debía desembolsar unos 2.000 dólares. Entre la oferta académica se incluía un curso especializado en escenas de sexo que ascendía a 750 dólares. Para este curso, las estudiantes debían grabar un vídeo que Franco revisaría personalmente. Las participantes firmaban una cláusula por la cual renunciaban a los derechos de las imágenes.
Gaal afirmó que no se le permitió la entrada a una de las clases por expresar su malestar al al respecto. Por su parte Tither Kaplan señaló que en una de las grabaciones en las que se simulaba una orgía, Franco decidió retirarle a las participantes los protectores genitales de plástico para simulaciones de sexo oral.