Existen helados de casi todos los sabores, pero no de uva. ¿Nunca se han preguntado por qué?.
La razón es sencilla. La uva tiene un altísimo contenido en agua, por lo que al congelarse, la fruta se convertiría en un simple trozo de hielo.
Además, lo que da sabor a la uva es su piel, y con ésta nunca podría fabricarse un helado cremoso; sin ella, el helado carecería de gusto.
A pesar de los inconvenientes, hubo quién lo intentó. Ben & Jerry’s, una conocida empresa heladera estadounidense fundada en el año 1978, realizó un estudio para evaluar la viabilidad de un helado de estas características.
Primeramente descubrió que para realizar pequeñas cantidades sí se podría elaborar un helado con sabor a uva, mezclando porciones de uvas molidas con helado de otro sabor. Sin embargo, no sería rentable para producir helado a gran escala.
Otro de los inconvenientes fue que, cuando fabricaron las muestras y se la dieron a probar a una serie de personas, la mayoría de ellas rechazó su sabor.