La selección española exhibió sus virtudes ante Túnez en lo que terminó siendo un plácido estreno mundialista ante un campeón africano que, aunque aguantó hasta el descanso, se vio avasallado en una segunda parte para enmarcar que deja grandes sensaciones en el equipo español (101-62).
Las dudas iniciales de los españoles, que les pusieron por debajo al final de los primeros diez minutos y solo les permitieron una renta de tres puntos en el intermedio, se despejaron tras el paso por vestuarios, cuando pusieron en práctica su mejor baloncesto y se cargaron de optimismo de cara al futuro, mandando de paso un serio aviso a sus rivales.