Dos mujeres embarazadas que permanecían ingresadas en el Hospital Virgen Macarena y Virgen del Rocío en Sevilla y que referían antecedentes de ingesta de alimento contaminado con listeriosis han abortado en las últimas horas, según el informe diario de la Junta de Andalucía.
Ambos abortos se han producido en las semanas 8 y 32 de gestación y, a falta de los resultados de las pruebas realizadas, la “sospecha diagnóstica” es que el fallecimiento de los fetos se ha producido por corioamnionitis por listeria monocytogenes.
Desde la Consejería de Salud y Familias, que dirige Jesús Aguirre, han trasladado sus “condolencias” a estas mujeres y sus familias, a las que les ha ofrecido “todo el apoyo posible en estas duras circunstancias”.
Además, la Junta no contabiliza nuevos casos de infección por Listeria monocytogenes, por lo que el número de casos confirmados desde el inicio de la alerta se mantiene en 197.
El tercer caso de aborto en las últimas horas se ha registrado en la Comunidad de Madrid. La mujer, ingresada y en seguimiento en un centro privado, ha abortado en el primer trimestre de gestación después de consumir carne objeto de la alerta sanitaria en un establecimiento en Andalucía.
Una cuarta mujer ya perdió el bebé a las 18 semanas de gestación. Se trataba de María Teresa Reyes.
En una entrevista en la ‘Cadena Ser’ asegura que está estudiando de qué forma recurrir a la justicia para poner una demanda por la pérdida del niño.
Reconoce que consumió en dos ocasiones la carne infectada a finales de junio. Al tiempo reconoce que empezó a sufrir fiebre alta, presión en el cuello, dolores de cabeza y de barriga, que le hicieron acudir en julio a un centro médico.
Según su testimonio, en ese momento le hicieron una analítica pero todos los parámetros daban bien aunque no le podían controlar la fiebre. Finalmente le pusieron un tratamiento de antibióticos y le mandaron a casa aunque le recomendaron que si volvía a tener síntomas que fuera a un hospital.
A las dos horas los 40 grados que tenía hicieron saltar las alarmas. “Volví al hospital, me ingresaron y al día siguiente manché, me hicieron una ecografía y confirmaron que no había latido”.
Después de conocer la existencia del brote confiesa que se siente “impotente, no pensaba que había más pacientes como yo. Ya no puedo hacer nada, ha sido mucha mala suerte como me ha dicho la doctora”.