La concejala de Atención Social, Marta Arocha, se reúne con la Hijas de la Caridad de San Vicente Paul para trasladarle el reconocimiento y apoyo de la corporación
Este comedor atiende a 500 personas de las que más la mitad tienen un hogar pero no tienen recursos económicos suficientes para poder llegar a fin de mes
La concejala responsable del Área de Atención Social del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Marta Arocha, ha visitado el Comedor de la Milagrosa con el objetivo de poner en valor el trabajo que realizan las Hijas de Caridad de San Vicente Paúl con las personas en exclusión social a los que garantizan no solo la alimentación sino también un servicio de ducha, lavandería y ropero y acciones formativas y de trabajo social.
Marta Arocha señaló que este comedor “es un recurso muy valioso para el municipio” y le trasladó a su máxima responsable, Sor Carmen Hernández, el compromiso de la alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife de darle continuidad y apoyo, “dada la gran labor que se realiza”.
La presidenta del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) explica que existe un convenio de colaboración en vigor con la Comunidad Obra Social La Milagrosa Compañía Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl con una duración de cuatro años por un importe total de 240.000 euros.
Este servicio para personas en alta vulnerabilidad social está coordinado con los Servicios Integrales del Centro Municipal de Acogida y, en especial, con el Comedor Social municipal del Centro Municipal de Acogida (CMA) y participa activamente en la Comisión Técnica Especializada de Acogida (personas sin hogar) del Consejo Municipal de Servicios Sociales.
Como datos destacables, el comedor tiene una capacidad máxima de 100 personas y el número medio de personas distintas que asisten al comedor al año es de 500.
Más del 50% de los usuarios y usuarias del comedor tienen alojamiento en la ciudad. Esto indica que no son personas sin hogar sino que no tienen ingresos suficientes para poder satisfacer sus necesidades básicas durante todo el mes y completan sus ingresos acudiendo a almorzar algunos días del mes a este comedor social.
Más que un comedor
Respecto al Servicio de Trabajo Social, cuenta con 400 usuarios e usuarias con los que se trabaja con Planes Individualizados de Intervención Social en el que se diseñan las acciones tendentes a mejorar la calidad de vida de las personas usuarias y lograr las más altas cotas de autonomía e integración social.
Dentro del convenio no solo se recoge el comedor social para proporcionar el almuerzo a 100 personas en situación vulnerabilidad social en dos turnos de comidas de lunes a sábado, sino que también se fija un servicio de ducha, lavandería y ropero, destinado a la cobertura de la higiene personal y distribución de ropa para personas en alta vulnerabilidad social del municipio.
A ello se suma un servicio de trabajo social con funciones de acogida, diagnóstico y valoración, información y orientación, seguimiento y actividades de gestión del servicio de lunes a viernes y otro servicio de acciones formativas y con atención personalizada en el que se desarrollan actividades complementarias a los servicios anteriormente mencionados desarrollados en torno a tres ejes de actuación, atención psicológica, educación en salud y formación. Estas acciones formativas se realizan tanto individualmente como en grupo.