Ben Magec-Ecologistas en Acción advierte que de no cambiarse el modelo viviremos grandes incendios forestales como el de Gran Canaria cada verano. La federación ecologista recuerda que “los incendios se apagan en invierno”, una afirmación que hace parte de la campaña “En cada incendio algo tuyo se quema” que inició en 2013 y que pone de manifiesto la necesidad de la prevención, la gestión integral de los bosques y la prioritaria recuperación de los espacios agrícolas.
La organización ecologista quiere mostrar su solidaridad con la población afectada y propone la realización este próximo otoño-invierno de mesas insulares con los diferentes actores implicados (población rural, técnicos y representantes de las administraciones, colectivos sociales y vecinales etc.) para trabajar esta cuestión desde su apuesta por afrontar los incendios forestales a partir de la reorientación del actual modelo, que debería pasar de estar centrado en la extinción a una política de prevención integral. Dicha política incluiría no sólo el aumento de los recursos y medidas de prevención silvícola, sino el fomento de actividades primarias, ciertos usos tradicionales e innovadores del suelo y sus recursos, y procesos participativos de concienciación.
Ben Magec-Ecologistas en Acción recuerda que estamos en una situación de emergencia climática que se agrava con fenómenos como este. A la vez, el cambio climático aumenta su frecuencia y empeora sus dimensiones y consecuencias. Los grandes incendios forestales producen una liberación masiva de CO2 a la atmósfera y aceleran el proceso de desertificación y degradación de los suelos y los recursos hídricos. La afectación al paisaje, la flora y la fauna con este incendio es profundamente preocupante. Se han visto afectadas unas 679 hectáreas de la Zona de Especial Conservación Nublo II que es parte de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y un Área Importante para la Conservación de las Aves (IBAS) lo que significa que especies endémicas como pinares, arbustos y aves pueden haber sufrido graves bajas. Habrá que evaluar además, una vez acabe el incendio, las consecuencias que para el medio natural pueda haber tenido el vertido de miles de litros de agua salada, a fin de tomar medidas para evitar el posible agravamiento de la desertización de nuestros suelos.
El abandono del medio rural, el exceso de combustible en el territorio, el aumento de las temperaturas y la tendencia hacia la sequía derivada del cambio climático son las principales causas de producción de Grandes Incendios Forestales, que son aquellos donde arden más de 500 hectáreas. Estos factores de amenaza van aumentando cada año a la vez que los recursos materiales y humanos para la prevención y vigilancia van disminuyendo. Así, los ecologistas advierten que centrar la atención solo en los recursos para la extinción supone desatender la raíz del problema, que es la falta de efectivos humanos dedicados durante todo el año, sobre todo en invierno, a la prevención, vigilancia y cuidado de los montes. Asimismo, recuerdan que la autoprotección además de ser un derecho es una obligación y que, por tanto, la limpieza alrededor de las casas para reducir la biomasa acumulada es fundamental para evitar que el fuego llegue a ellas. En este sentido, las actuaciones de prevención en la interfaz urbano-forestal (que son las zonas donde coinciden casas, personas y espacios agroforestales) deben ser prioritarias.
La Federación ecologistas canaria llevó a cabo en 2013 una campaña que bajo el lema “En cada incendio algo tuyo se quema” presentaba un vídeo divulgativo, un informe de diagnóstico y un tríptico donde, tras los grandes incendios sufridos en Gran Canaria, Tenerife, La Palma y La Gomera se analizaban las diferentes causas que están detrás de estos grandes incendios cada vez más frecuentes y se recogían propuestas para su prevención. Estos materiales están disponibles en internet y pueden seguir siendo utilizados para la concienciación y el trabajo con la población y la administración. “Es triste comprobar que, tras una década, el diagnóstico siga siendo el mismo, poco se ha cambiado a la hora de abordar y prevenir este fenómeno”, apunta Eugenio Reyes, portavoz de la federación. Desde Ben Magec-Ecologistas en Acción se señala que “la gran amenaza de los bosques y montes en Canarias es el abandono del mundo rural. Antes las zonas de medianías eran las más cultivadas, con muchísimos aterrazamientos abancalados que ahora están colonizados por vinagreras, cañas, pitas y demás especies que prenden fácilmente”. Y ello, según se apunta desde la organización, se agrava con la situación de los montes, cuya cubierta vegetal en ciertas zonas es excesiva al verse disminuido su uso tradicional para labores agrícolas o por el pastoreo. En este sentido, el aprovechamiento del monte bien gestionado, de forma responsable y con control de la administración, puede ser una medida aliada para prevenir incendios según se afirma desde la portavocía de la federación.
Finalmente, es necesario recordar que los datos disponibles nos demuestran que más del 90% de estos Grandes Incendios Forestales son provocados, por lo que las prohibiciones acompañadas de acciones de sensibilización siguen siendo imprescindibles. No obstante, y según Ben Magec-Ecologistas en Acción, éstos llegan a convertirse en una tragedia como la vivida estos días en Gran Canaria por “no apagar los incendios en invierno”.