El aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros ha supuesto un incremento del 22,3% en los costes de los trabajadores menos cualificados, lo que ha obligado a cerrar más de 15.000 pequeñas y medianas empresas, según un estudio realizado por EAE Business School.
El informe, con el título ‘La importancia de las pymes en la nueva economía española y su influencia en Latinoamérica’, concluye que este tipo de compañías “son las únicas capaces de absorber a los más de tres millones de parados en España”, ya que “solo ellas pueden dar empleo a medio plazo a ese 14,5% de población activa desempleada”.
Por otro lado, el estudio advierte sobre “la maldición del empleado número 50”, ya que «la legislación española “desincentiva que las pymes pasen de los 49 empleados”. A partir de esa cifra, el informe señala que la mediana empresa está obligada, entre otros requisitos, a constituir un comité de empresa, aplicar la cuota del 2% de puestos de trabajo para personas con discapacidad, agregar un comedor estable o complejizar el tipo de balance, entre otros requisitos difíciles de asumir de un día para otro.
El estudio analiza también la libertad empresarial como indicador general de la eficiencia en la regulación gubernamental de las empresas. El informe otorga una puntuación derivada de una serie de mediciones que incluyen la dificultad de iniciar, operar y cerrar un negocio. Indica que en España, en comparación con el resto de Europa, las pymes enfrentan mayores dificultades administrativas, con un índice de libertad de 66,8 frente al 92,9 de Reino Unido o al 83,3 de Alemania.
(SERVIMEDIA)