Dos tiroteos ocurridos este fin de semana en los Estados Unidos con apenas 13 horas de diferencia han dejado, por el momento, 30 muertos y 53 personas heridas.
La primera masacre tuvo lugar el sábado en un centro comercial en El Paso, Texas, donde 20 personas perdieron la vida y otras 26 resultaron heridas en un ataque investigado como atentado terrorista, informó la CNN.
El principal culpable, Patrick Crusius, de 21 años, se entregó a las autoridades tras perpetrar la matanza y se encuentra bajo custodia. La Fiscalía ha solicitado la pena de muerte
Trece hora después durante la madrugada de este domingo en Dayton, Ohio, siete personas murieron y 27 resultaron heridas en la terraza del bar Ned Peppers. Connor Betts, principal sospechoso, murió en manos de la Policía tras un enfrentamiento a balazos.
Betts, de 24 años y sin antecedentes penales, disparó indiscriminadamente durante un minuto contra varias personas que se encontraban en la terraza del local. Fue abatido en el lugar de los hechos.
Por su parte, el máximo mandatario estadounidense, el presidente Donald Trump expresó sus condolencias con un mensaje de apoyo a los vecinos de ambas ciudades
“Dios bendiga a la gente de El Paso, Texas. Dios bendiga a la gente de Dayton, Ohio”, escribió Trump.