El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, admitió este miércoles que el ‘Caso Villarejo’ está afectando a la reputación del banco que ha comenzado a adoptar algunas medidas como reforzar los “procesos internos” a raíz de esa investigación judicial, pero descartó “impacto directo” alguno sobre la marcha del negocio o en la cotización.
“No nos gusta aparecer en las portadas de los periódicos tan a menudo, pero haremos lo posible para gestionarlo”, reconoció durante la presentación de resultados de BBVA donde confesó que el grupo es “consciente” del daño sobre su imagen y la posibilidad de “impactar a nuestros compañeros” o clientes.
Por eso insistió que hará todo lo posible para restaurarla, asumiendo que es una labor de “largo plazo”, y “una de las formas” para ello indicó que será “seguir contribuyendo a la aclaración de los hechos a través de una plena cooperación con las autoridades judiciales” y, una vez reforzados los procesos internos y de gobierno, “centrarnos en el negocio”.
“El BBVA ha estado aportando información a la causa desde el principio y colaborando activamente con las autoridades desde el comienzo y así seguirá siendo”, relató, para recordar a continuación que ya ha trasladado al juzgado los “hallazgos relevantes” encontrados durante la elaboración de la investigación para la que contrató a las firmas independientes Garrigues, Uría Menéndez y PwC.
El banquero turco refirió que el banco “no está obligado a difundir públicamente” dicha información, algo que descarta además para “no interferir en la investigación judicial” y subrayó que en esta fase preliminar del proceso el hecho de que el juez haya declarado a BBVA como investigado “no implica, de ninguna manera, que se haya realizado una acusación formal por ningún delito”.
En este punto Genç quiso dejar “muy claro” que el banco ha tomado medidas y las seguirá tomando, sin interferir en el proceso y bajo la máxima de que todo lo que haga será “en base a hechos contrastados”.
Sin ofrecer mucho detalle amparándose en esa confidencialidad judicial apuntó entre las medidas tomadas el encargo del análisis interno ‘forensic’ y cambios internos. “También hemos reforzado nuestros procesos internos como parte de nuestra mejora de la política interna y de prácticas de gobernanza. Hemos reforzado nuestros procesos internos, y vamos a seguir haciéndolo”, deslizó, sin querer aclarar si el relevo de Eduardo Arbizu en la dirección de regulación y control interno está vinculado con el caso.
INVERSORES
El banco desveló ayer que, tras casi dos décadas, Arbizu dejaba la entidad y era sustituido por Ana Fernandez Manrique, actual responsable de riesgos no financieros. Su abandono tiene lugar después de la inesperada salida de Antonio Béjar, uno de los directivos investigados en el Caso por la Audiencia Nacional, de la presidencia de Distrito Castellana Norte.
Béjar podría solicitar su reincorporación al banco, en un puesto que eludió despejar por la misma razón. “No vamos a hablar sobre los casos de ninguna persona, en concreto, porque nos importan las personas y no queremos que haya ningún malentendido al respecto”, se limitó a comentar Genç ante varias preguntas sobre si dichos relevos tienen o no que ver con el ‘Caso Villarejo’.
Bajo esa política de discreción evitó también “especular” sobre potenciales efectos si el juez decide investigar al expresidente de BBVA, Francisco González, o a algún miembro del consejo de administración. Sobre González se limitó a aclarar que “no tiene ningún privilegio, salvo la seguridad” en la entidad después de que abandonase la presidencia de honor en abril pasado cuando escaló el escándalo.
Con la misma precaución reconoció que el banco mantiene un “diálogo constante” con el supervisor y autoridades y “son conscientes” de la situación sin entrar a eventuales actuaciones que podrían prescribir porque, insistió, el proceso se encuentra en una fase “muy preliminar”.
‘FORENSIC’
El mismo estadio inicial es el que alegó para reconocer que el banco aún no ha efectuado provisión alguna, al resultar imposible averiguar si tendrá o no impacto alguno, y reconoció que tampoco ha decidido si recurrirá su imputación aunque tomará una decisión sobre ello en “consulta” con los asesores legales del grupo.
En términos de negocio fue taxativo negando efecto alguno: “A día de hoy no hemos identificado ningún impacto en el negocio, inversores o evolución de la acción”. A título ilustrativo indicó que no plantean “ninguna preocupación significativa” los inversores ni los fondos en sus periódicas reuniones y como ejemplo citó que en la presentación de hoy no se ha formulado ni una sola pregunta sobre el caso, en una hora y media que duró el encuentro con analistas.
Por otro lado, reivindicó que la acción se ha revalorizado un 0,5% en lo que va de año mientras el Ibex bancario cae un 1,6%, y “entre los bancos españoles la acción que mejor se ha comportado ha sido la de BBVA”.
En relación al ‘forensic’ admitió que aún continúa abierto a tener que ‘peinar’ 14 años de documentos y comunicaciones, con la complejidad de algunos formatos antiguos, y sugirió que podría ampliarse o abrir nuevas líneas de indagación en función de los trabajos o lo que pueda pedir la Audiencia Nacional.
(SERVIMEDIA)