No solo de Super Mario o Zelda vive Nintendo. Desde hace décadas Fire Emblem también ha sido un estandarte de la gran N. Intelligent Systems nos trae hasta Nintendo Switch y por primera vez en HD Three Houses, la nueva entrega de la saga de juegos de rol por turnos que prometen darnos cientos de horas de juego con una gran historia y unos personajes que hacen de esta edición, otro de los imprescindibles de la Híbrida de la marca nipona.
Nos ponemos en la piel del hijo o la hija, según el sexo que elijamos, algo que nos permite la aventura, de un mercenario que llega hasta el monasterio de Garreg Mach para ejercer como profesor. Esta academia se encuentra en el continente de Fodian y acoge a estudiantes de los tres países que forman parte de la Región. El primer país es Adrestia, el más antiguo del continente y cuya casa, en la escuela, se representa por las Águilas Negras. Su delegada es la futura emperatriz Edelgard. La segunda casa, la que representa al Sacro Reino de Faerghus está representada por el príncipe Dimitri, heredero al trono y líder de la facción de los Leones Azules. La última y no menos importante casa es la de los Ciervos Dorados, que acoge a los alumnos provenientes de la Alianza de Leicester. Su representante es el heredero del clan más importante de la región, Claude.
Como habéis imaginado, nosotros como profesor tendremos que guiar a una de las tres casas durante la historia. Así pues el guión cambiará y lo veremos desde el punto de vista de esa casa y ese país, nuestros acompañantes tendrán cierta predilección por un estilo de lucha y todo será diferente según esta primera decisión que tomemos. Esto nos ha gustado bastante porque le da gran rejugabilidad a este Fire Emblem Three Houses ya que la historia va variando según a quien hayamos elegido. Además hay ciertos puntos en el juego con decisiones claves que irán variando la aventura. Cuidado con lo que elegimos porque si nos equivocamos, alguno de nuestros personajes preferidos puede caer en batalla al más puro estilo Juego de Tronos.
Esta profundidad en la historia nos permite meternos de lleno en uno de los mejores guiones escritos en los últimos tiempos lleno de conflictos entre familias, política y vueltas de tuerca que nos dejarán en algunos momentos con la boca abierta. Toda una historia inmersiva que vamos a querer vivir hasta el final, porque ya os lo decimos, este juego engancha y mucho. La historia está hecha para todas las edades pero solo los adultos se van a dar cuenta de cómo toca ciertos puntos muy sensibles como la religión y la diferencia de clases y denuncia algunas barbaridades que aunque sea un juego, se verá semejanza en la realidad.
El secreto de todo este juego está en interactuar con todos los personajes ya que no es el típico juego con estereotipos marcados, aquí cada uno de nuestros alumnos tiene una vida detrás y unos intereses y problemas que nos harán empatizar con ellos, sobre todo los delegados de cada casa, que habrá que conocerlos en profundidad para ver que esconden un mundo tras la careta que llevan puesta como grandes nobles. A destacar los diálogos y la posibilidad de crear relaciones tanto nuestras con el resto de personajes, como entre ellos mismos a través de las actividades que se nos dan en el juego como posibilidades y que mejorarán la motivación y con ello las estadísticas de cada uno.
En cuanto a la jugabilidad, Fire Emblem es un juego de estrategia y rol en forma de turnos. En un mapa dividido en casillas tendremos unos movimientos máximos que deberemos hacer en nuestro turno, así pues podremos mover a los héroes y atacar o moverlos y curarnos o simplemente pensar la mejor estrategia para superar a las hordas de enemigos que tengamos por delante. Todas las estadísticas, el uso de armas de cada unidad a nuestro lado estará determinado por lo que hayamos realizado en la escuela y es que no nos olvidemos que todos son alumnos y seremos nosotros el que les dirijamos en su aprendizaje.
Cada personaje tiene una clase predeterminada, aunque con el estudio podremos asignarles y desbloquear nuevas profesiones. Para realizar esto tendremos que hacer que nuestro alumno supere un examen. Esta prueba no consiste en otra cosa sino en valorar si para la nueva profesión el rango de las destrezas solicitadas es superior al mínimo exigido.
Tendremos un calendario escolar que va dictando cómo va avanzando la aventura, así ciertos días los tendremos libres y podremos explorar el monasterio, interactuar con todos los alumnos, invitarles a comer, pescar, actuar en el coro, etcétera. Este día libre y llegamos al día de tutoría, que es el día lectivo, aquí, según los puntos de tutorías y de actividades podremos dar clase a los alumnos, de forma automática, o de forma manual en las disciplinas que creamos. La moral es algo clave ya que al dar clase esta bajará y deberemos estar atentos a hacerles regalos en su cumpleaños, animarles, etcétera para que no se nos vengan abajo, cosa que bajará su rendimiento.
Aparte de las tutorías podremos pedirles que hagan tareas a dúo para mejorar su interacción y además recoger diversos bonus. Y podremos encargarles tareas por su cuenta para que mejoren en ciertas disciplinas. Aquí cada alumno es un mundo y quizás uno sea bueno con el hacha pero tenga mucho potencial por descubrir con el arco, nosotros decidiremos libremente si nos centramos en su habilidad de hacha o si optamos por empezar a entrenar en donde tiene gran potencial y convertirle en un maestro. Nuestra libertad aquí es máxima y cada una de las casas y cada uno de los ejércitos es diferente. Una vez avancemos se desbloquearán los seminarios que permiten subir las estadísticas en competencias tanto a nuestros alumnos como a nosotros mismos y también la motivación a todos los participantes. El límite de seminarios por domingo es uno, así que hay que elegirlo por cabeza.
Cada mes tendremos una misión a realizar, una batalla “real” de la que se nos informará a primeros del mes, pero también dispondremos de batallas opcionales que nos otorgarán experiencia o nuevas vías secundarias que profundizarán en la historia de alguno de nuestros alumnos. Por último podremos no hacer nada, que de vez en cuando también está bien y descansar, esto otorgará motivación al grupo, que en ciertos momentos, la vamos a necesitar. Con todo este sistema de educación en nuestras manos realmente tenemos la libertad necesaria para crear un ejercito a nuestra elección para desarrollar en las batallas la estrategia que queramos, pero claro, requiere tener paciencia y saber qué enseñar y a quién y en qué momento.
En cuanto a las batallas en sí, hay varios tipos de armas y hay que planificar bien qué clase lucha bien contra otra clase y cómo mover y organizar a nuestro ejército. Hay más variables como el terreno que nos otorgará ventajas o desventajas, el tipo de unidad que tenemos enfrente, etcétera. Aquí tirarse de cabeza a por los enemigos sin pensar en nada más es un suicidio y quizás al principio pueda salvarnos la batalla pero a medida que avancemos esto rápidamente se nos cae y realmente habrá que ser estratega. Tanto las armas como la magia tiene uno numero limitado de usos y habrá que estar atento a no quedarnos sin arma en mitad de la batalla, a no dejar que mueran los personajes, ya que no hay modo de reanimarlos.
Se han incluido técnicas que potenciarán a nuestro héroe a costa de perder más durabilidad en el arma, así que habrá que pensar bien cuándo utilizar estas técnicas. Otra novedad son las tácticas que hacen que el batallón que llevemos, según el líder, posea unas habilidades concretas que se pueden usar limitadas veces durante la batalla y que en general son ataques a varias casillas o habilidades de apoyo.
Pero las batallas no son solo contra ejércitos. Fire Emblem: Three Houses ha incluido bestias gigantes de varias casillas que harán que tengamos que variar nuestro modo de jugar y afrontar según los ataques de esta bestia y sus escudos, cada batalla planificadamente. Es un giro que hace que el juego no sea monótono todo el rato y da variación y emoción a las luchas. Unas luchas que se ha procurado hacer accesibles a todo el mundo con un rango de dificultad ajustable para que tanto los más avezados como los novatos puedan avanzar sin sentirse frustrados, ahora bien, como decíamos antes, se requiere un mínimo de cabeza y no vale solo atacar a lo loco porque nos van a machacar. La historia, para haceros una idea, nos ha durado alrededor de unas 100 horas haciendo todo manualmente y sin saltar escenas. Multiplicad por las 3 casas más otra ruta y os encontraréis uno de esos juegos que van para meses, además que una vez se domina el combate, es una delicia jugar y probar tácticas con los soldados hechos a nuestra medida.
Gráficamente las animaciones nos han gustado bastante con un estilo manga. El diseño artístico es de categoría y el mimo puesto en cada personaje se nota. Eso sí, en los escenarios la calidad está algo más limitada, y aunque se ve bien, quizás es una de las carencias de este juego. Por su parte la Banda Sonora del juego está a otro nivel y es épica, no nos vamos a cansar de escuchar las melodías que acompañan al juego en todo momento y que suman dramatismo a la historia y a los combates, además podremos escucharla entera desde la parte de extras. El juego viene doblado al inglés y al japonés pero con subtítulos en español, algo indispensable para un juego de tanta profundidad en el que la historia es una parte tan importante.
Si alguien quiere comprarse la Nintendo Switch sabe que hay varios juegos indispensables como Super Mario Odyssey, Zelda, Super Mario Maker 2 y ahora unimos Fire Emblem:Three Houses. Un juego apto para los amantes del rol que es una joya en sí mismo. Su historia es apasionante, su duración es épica y su jugabilidad muy accesible para todo el mundo, aunque su manejo requiere tiempo y práctica. Sin duda esta nueva entrega de la saga está a la altura de las mejores de su nombre e incluso de los mejores juegos de rol. Este juego es para tomarlo largo y tendido e imprescindible si cuentas con la híbrida de Nintendo porque no te va a decepcionar.