La segunda fiesta, Malvasoul Meets Pink Flamingos volvió a sorprender y creció en su oferta, magia y público asistente
Malvasoul Love Fest empezó siendo una inocente reunión de selectores musicales en pro de pasar un buen rato, pero estando en el segundo año en que se sigue convocando, se ha convertido en una de las citas imprescindibles del verano en Lanzarote y en Canarias en general. La pasada cita [sábado 20 de julio], con nombre de éxito, Malvasoul Meets Pink Flamingos, supuso la demostración de que el evento convoca y de qué manera.
El evento lo arrancaban los Malvasoul Djs, con Mr. Paradise a las 12 en punto como estaba anunciado. Poco a poco fue recibiendo a los asistentes en el escenario Estrella Galicia con un set de afro, afro-house, y latin-house.
Los primeros ‘malvasoulers’ se fueron haciendo fuertes en la piscina, y entre flamencos hinchables -haciendo alusión al concepto fiestero- y risas comenzaron los primeros bailes con la llegada de la residente Silvia Coco-Bassey que desde la cabina subió la temperatura con sus preferencias en rap, old school, soul y los sonidos sexis del black- explotation para un main stage que ya pronosticaba un éxito de evento.
El cambio de artista fue armónico para que la repetidora Irtap entrara en platos. Es sin duda una de las féminas Dj con más potencial en Canarias. Deleitó con su presencia, su sonrisa permanente y una sesión contundente y tan variada en estilos que difícilmente cuesta ya clasificarla en el mundo del global bass. Es enorme el progreso de esta Dj de la que sin duda se oirá mucho dentro y fuera de las islas.
Las mujeres dieron el relevo a Dj Salvatore, procedente de Madrid, y con él la noche hizo presencia y la isla Malvasoul se volvió aún más mágica con el cuidado diseño de luces de Shelma Zebensuí, uno de los grandes iluminadores de eventos que residen en las islas.
Dj Salvatore dejó constancia de por qué es uno de los grandes conocedores del beat y del tempo; manejó como quiso a un público entregado, con un house muy fino con sonidos étnicos y ancestrales. Fue aplaudido de manera espontánea en varias ocasiones.
Aunque desconocido por el gran público, el legendario cantante británico Colonel Red, se metió al respetable en el bolsillo desde que abrió la boca, dando buena cuenta de que muchos artistas le requieran en temas e incluso en sus conciertos como parte del coro. Acompañado por Sandro Bianchi a los platos llevaron la noche a una eclosión de amor, sonrisas, abrazos y baile como hacía tiempo que no se recordaba en la isla de los volcanes.
El cierre con puntualidad británica con el aplauso cerrado del público sacaron la sonrisa a Sandro que volvió a confirmar su estancia en el olimpo de los grandes artistas que tenemos en este país y “lo peligroso” que es a los platos cuando está pinchando en un lugar a gusto.
Mientras ocurría todo lo contado en el escenario Estrella Galicia, el Ligo Stage era propiedad del colectivo Pink Flamingos. Primero, los grancanarios Woodhands y Dara Ortega, gozaban del día, de la vista al mar y de un público calentito y bailongo.
Set disco, desinhibido, elegante e inteligente, perfecto para el horario, relevados por el siempre misterioso Hao, de técnica impecable y por la heroína local Ifara, a la que casi sacan de allí a hombros en la confirmación de que nunca debió retirarse de los platos.
Reunión por tanto de familia sonora convertida en evento de calidad e importancia, que viene a demostrar que otro camino en el turismo de calidad y en la forma de hacer eventos es posible trasformando la increíble localización del Mai Tai en el hotel Sands Beach Resort de Costa Teguise.
Próximo Malvasoul Totem Fest el 24 de Agosto, entradas en www.tickety.es