Ben Magec-Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones al Plan Territorial Parcial del Polígono y Puerto de Fonsalía, en el término municipal de Guía de Isora, el cual daría cobertura territorial a un macropuerto situado entre Alcalá y Playa San Juan. Con estas alegaciones la organización se posicionan en contra de la construcción de otro puerto más en el litoral tinerfeño y a favor de la biodiversidad y el respeto a la vida de cetáceos que habitan y transitan esa zona. Es por que ello que, paralelamente, la federación ecologista continuará con su campaña de recogida de firmas “Actúa por Hope” con la que pretenden evitar que Europa otorgue fondos a esta infraestructura y que ya cuenta con más de 20.000 firmas.
La federación ecologista canaria ha presentado en el Cabildo Insular de Tenerife sus alegaciones al Plan Territorial Parcial de la Operación Singular Estructurante del Polígono y Puerto de Fonsalía cuyo plazo finalizaba este 22 de julio. En dicho documento la organización deja clara su oposición a lo que consideran que será un grave atentado medioambiental y, además, señalan fallos en el propio procedimiento. En este sentido, los ecologistas manifiestan que la Administración se ha saltado los pasos que marca la Ley aprobando primero un proyecto sin la existencia de un plan de ordenación previo y sin que la Declaración de Impacto Ambiental haya sido publicada. Asimismo, han presentado 488 alegaciones individuales de personas opositoras a la construcción del macropuerto en Guía de Isora y siguen recogiendo firmas en la plataforma WeMoveEurope con su campaña “Actúa por Hope” para impedir que desde Europa se otorguen fondos para la construcción de este puerto que tendría capacidad para albergar cuatro buques comerciales de conexión con las islas occidentales, 470 embarcaciones de recreo, otras tantas pesqueras y, adicionalmente, un crucero. La campaña ha sido apoyada por más de 20.000 personas, entre las que se encuentra un número importante de firmantes estadounidenses, europeos, canadienses, indios y australianos (entre otros), que se suman a los apoyos nacionales y locales.
Ben Magec-Ecologistas en Acción subraya la necesidad de que se considere en la Evaluación Ambiental Estratégica la normativa vigente en materia marina, así como toda la legislación aplicable a la Zona de Especial Conservación Teno-Rasca, pues el puerto se situaría rodeado de una zona protegida de enorme biodiversidad que se encuentra incluida en la Red Natura 2000. Para los ecologistas “no puede realizarse esta Evaluación Ambiental Estratégica de espaldas al mar, considerando sólo los impactos terrestres de la construcción del puerto como se desprende del documento al que le hacemos alegaciones. Un puerto supone tráfico marítimo. Y el tráfico marítimo de este puerto atraviesa un espacio donde residen y transitan especies como el calderón tropical, el delfín mular, más de veinte especies de cetáceos y la tortuga verde, especies todas ellas vulnerables y que necesitan de una especial protección”. Para la federación ecologista canaria carece de sentido la necesidad de construir dicho puerto pues, según informan desde su portavocía, el colapso del puerto de Los Cristianos que se utiliza como justificación de la construcción del puerto en Guía de Isora podría solucionarse fácilmente reajustando horarios de entrada y salida de las actuales líneas marítimas y mediante una responsable ordenación urbanística de Arona.
Por otro lado, Ben Magec-Ecologistas en Acción recuerda que en apenas 25 kilómetros de costa Tenerife tiene ya cuatro puertos y que no han sido únicamente los ecologistas los únicos en cuestionar la necesidad de un macropuerto en Guía de Isora. La propia Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, en su informe del 16 de octubre de 2018 ya ponía en dudas la pertinencia de esta infraestructura y por ello no han transmitido aún el Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) necesario para su construcción. La confederación ecologista, tras la entrega de sus alegaciones, señalan las analogías de este proceso con el del Puerto de Granadilla, un puerto construido en contra de la opinión de la ciudadanía y que hoy, según los ecologistas, es el ejemplo más claro y cercano de lo que supondría el Puerto de Guía de Isora.