El crecimiento de cadenas franquiciadas operativos es evidente y creció en 2018 un 2% respecto al anterior año, con un 82% de ellos de origen nacional.
Que las franquicias están siendo un motor de crecimiento en la economía española es algo que empieza a ser evidente, y más con cifras en la mano: en el comienzo de la crisis económica, en 2008, estaban operativas 875 redes, en contraste a las 1376 que estaban funcionando al cierre del ejercicio de 2018, según el informe “La Franquicia en España”, creado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).
El sector que se lleva la palma en esta estadística es el de moda (247 cadenas), seguido por otra de las estrellas en este ámbito, el de la restauración (196), más concretamente aquellas con un perfil de fast food o slow food.
El crecimiento de compañías franquiciadas es aún más evidente si se compara con el principio del siglo actual, ya que en 2001 solo existían 646 cadenas operativas, lo que supone un 113% más en 2018.
Se trata de un sector en pleno auge, que generó en 2018 una facturación de 27.707,2 millones de euros y dio empleo a 293.872 personas, lo que supuso un crecimiento de un 5,3% respecto al empleo generado en franquicias en 2017.
Cómo montar una franquicia
En caso de que quieras montar franquicia, deberás realizar un análisis financiero exhaustivo del modelo de negocio elegido, ya que, en la mayoría de ocasiones, se necesita una financiación bancaria para hacer frente a los costes de montar franquicia.
Esta modalidad está siendo uno de los movimientos preferidos por los emprendedores en los últimos años: para hacerlo, hay que informarse bien y conocer el modelo de negocio, pidiendo asesoramiento a otros que ya se hayan embarcado en esta aventura empresarial, ya que cada una de las redes de franquicias tiene sus propias condiciones.
La información es primordial, ya no solo sobre la actividad en la cadena en la que quieres invertir, sino en todo el sector en el que se engloba.
Dentro de la red por la que apostarás, solicita toda la información necesaria, desde los productos o servicios que se ofrece en el negocio hasta los gastos fijos y variables que conlleva, así como el porcentaje que te corresponderá por su venta.
Otros aspectos importantes que deberás conocer con antelación, como las obligaciones con los proveedores, la forma de adquisición de la materia prima, qué pasaría si quebrara la franquicia, el destino de los productos que caduquen, etc.
Por tanto, abrir una franquicia no es una decisión que deba tomarse a la ligera, que implica un proceso previo de análisis y estudio de todos los factores que pueden intervenir en este trámite, aunque es cierto que las cifras reflejan el buen momento por el que atraviesa actualmente este sector, siendo uno de los empujes de la economía tanto en facturación como en número de empresas operativas, sin olvidarnos en ningún momento de su importancia en la generación de empleo.