Endesa registró un beneficio neto de 776 millones de euros en el primer semestre de 2019, lo que supone un incremento del 3,2% con respecto a los 752 millones obtenidos en idéntico periodo de 2018.
Según la información remitida este martes por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 1.894 millones, un 5% superior al de hace un año.
Sin embargo, los ingresos bajaron un 1,4%, hasta los 9.791 millones, y las ventas un 0,9%, hasta los 9.473 millones.
La compañía considera estos resultados “muy positivos” y explica que se han producido gracias a la “buena gestión del mercado liberalizado, en un entorno muy complicado tanto en el negocio de la electricidad como en el del gas”.
CAÍDA DE LA DEMANDA
A este respecto, señala que se ha producido una significativa caída de la demanda de energía eléctrica durante los seis primeros meses del ejercicio como consecuencia de las altas temperaturas del periodo y del impacto de la ralentización de la economía sobre el consumo de las grandes empresas.
Además, apunta que se ha registrado un incremento del precio de los derechos de CO2 y una menor disponibilidad de la generación hidráulica, lo que ha llevado a un incremento del 3,4% en los precios del mercado mayorista.
En concreto, en el mercado liberalizado el Ebitda ha mejorado un 21%, hasta situarse en 745 millones de euros, mientras que el del negocio regulado ha descendido un 3%, situándose en 1.149 millones de euros por el descenso del margen que se ha registrado en la generación de los territorios no peninsulares.
Las inversiones brutas se situaron en 956 millones de euros, con un crecimiento del 72,6%, debido principalmente al esfuerzo que está realizando la compañía en materia de transformación digital y para el desarrollo de nueva potencia eólica y fotovoltaica.
DEUDA
Por otro lado, la deuda financiera neta del grupo aumentó en 1.025 millones de euros con respecto al 31 de diciembre de 2018 como consecuencia de varios factores, entre los que destacan el impacto de la entrada en vigor de la nueva normativa contable NIIF 16, que ha supuesto registrar un incremento de 186 millones de euros en la deuda neta a 31 de diciembre de 2018; las inversiones realizadas para el desarrollo de nuevos parques de generación renovable, y el pago del dividendo a cuenta con cargo a los resultados de 2018, por importe de 741 millones de euros, efectuado el pasado 2 de enero.
En cuanto a la actividad de producción eléctrica peninsular, se redujo un 14,1% como consecuencia de los descensos en las producciones hidráulica y con carbón, que registraron variaciones del -47% y -48%, respectivamente.
De esta manera, las tecnologías libres de emisiones de CO2 (hidroeléctrica, eólica, solar y nuclear) representaron el 60% del ‘mix’ de generación de la empresa hasta el final de junio, superando así el 55% alcanzado en el mismo periodo de 2018.