Rivera acusa a Sánchez de exhibir «una cortina de humo gigante» mientras pacta con Unidas Podemos
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, acusó este lunes al presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, de exhibir en su discurso «una cortina de humo gigante» reclamando la abstención del PP y de su partido mientras «en la habitación de al lado» está organizando el futuro gobierno con Unidas Podemos.
En su turno en el debate de investidura, Rivera tachó de «puro teatro» el discurso «impostado» de Sánchez, «de cartón piedra, a veces de cemento», con el que pretende únicamente «despistar» a los ciudadanos mientras «en la habitación de al lado se reparten sillas con Podemos» y acuerdan «cesiones a los golpistas».
Le acusó expresamente de exhibir «una cortina de humo gigante» para no hablar del «plan Sánchez», con el que pretende «perpetuarse en el poder» y hacer unas políticas que solo benefician al propio presidente en funciones y a los «enchufados del PSOE».
Rivera habló incluso de la que muchos españoles ven como «habitación del pánico» en la que se está fraguando ese acuerdo, y dejó claro que la oposición de Ciudadanos no es solo a un Gobierno de Sánchez sino «al modelo de España que usted quiere», que es «sectaria» y basada en la premisa de «divide y vencerás» para «criminalizar» a los constitucionalistas y «lavar la imagen» de quienes quieren liquidar el Estado.
Acusó a Sánchez de querer que en España haya «treinta millones de fascistas», todos los que no son del PSOE, y se refirió a sus potenciales socios como «la banda» con la que quiere ejecutar ese plan y que «lleva operando tiempo». De hecho, le dijo, no han sido los constitucionalistas quienes le han «obligado» a pactar con ellos en Navarra, en Baleares, en la Comunidad Valenciana o en la Diputación de Barcelona. No la hecho porque ha querido, dijo, «se ha tirado de cabeza» cuando ha podido.
Rivera le dijo, además, que lleva tiempo queriendo ejecutar ese plan, desde la moción de censura, que no fue por la corrupción del PP. Le preguntó a continuación si acaso dimitirá en caso de que la sentencia de los ERE de Andalucía condene al PSOE. Si la contesta «me callo», dijo, y «empezaremos a creerlo», pero más bien todo indica que Ciudadanos será oposición para «oponerse a su plan, controlarlo, vigilarlo y desmontarlo».
Reprochó al PSOE que para defender la libertad haya que preguntar a los socialistas, que para ir a la manifestación del 8 de marzo haya que consultar con Carmen Calvo y mandar un mensaje a modo de SMS de un concurso, «bonita, quiero ir al 8M», o que para ir al Orgullo Lgtbi haya que hablar con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, «que las calles son suyas, como diría Fraga otra vez».
Rivera cargó contra Sánchez y contra el PSOE pero también contra el PP, partido al que acusó de «repartirse» cargos con los socialistas y de «taparse» los casos de corrupción mutuamente, y con «la ultraderecha» por sus pretensiones de retroceder en derechos, como en el reconocimiento de todos los modelos de familia.
(SERVIMEDIA)