El Gobierno está «satisfecho» con la respuesta que se ha dado desde el Vaticano a la queja formal que se presentó contra el nuncio en España, Renzo Fratini, por las declaraciones en las que cargó contra la exhumación de Francisco Franco.
Según fuentes gubernamentales, a la espera todavía de la comunicación oficial, la Santa Sede ha trasladado que mantiene la postura que en su día explicó a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, de no obstaculizar la exhumación de los restos del dictador.
De esta manera han respondido, según fuentes de Moncloa, desde el Vaticano a la misiva que el pasado 4 de julio entregó la embajadora de España en la Santa Sede, Carmen de la Peña, en mano al secretario de Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher, con la queja de España por la «intromisión» del nuncio.
El Ejecutivo está «satisfecho» porque la respuesta del Vaticano da cumplida respuesta a lo que se le pedía aclarando que las palabras de Fratini eran una opinión personal y no la posición oficial del Vaticano y que, por tanto, la Santa Sede mantiene su posición de «no obstaculizar».
La carta que remitió Calvo expresó el desacuerdo y malestar que generaron las palabras del nuncio en una entrevista con Europa Press en la que critica la exhumación de Franco y se pregunta si «hay tantos problemas en el mundo y en España, ¿por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco. Dejarlo en paz era mejor; la mayoría de la gente, de los políticos, tiene esta idea porque han pasado 40 años de la muerte, ha hecho lo que ha hecho, Dios juzgará. No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una guerra civil».