Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) y de la Universidad de Navarra, en Pamplona, y del Ciber Cardiovascular, del Instituto de Salud Carlos III, ha constatado que el factor XIII de la coagulación es un componente importante de los trombos cerebrales.
El estudio, que se ha realizado en 45 trombos recuperados de pacientes sometidos a trombectomía mecánica, concluye que el factor XIII de la coagulación está aumentado en los trombos de pacientes en los que ha fallado la revascularización. Dirigir estrategias hacia el FXIII puede ser un nuevo enfoque de revascularización del ictus isquémico, resalta.
El análisis de los coágulos reveló la presencia de NETs (trampas extracelulares de los neutrófilos) en casi todos ellos, lo que confirma el papel clave que desempeñan estas moléculas en la formación de trombos, y de TAFI (inhibidor de la fibrinólisis activado por trombina), resaltó José Antonio Páramo, presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y coautor de la investigación.
Josune Orbe, coautora de la investigación y vocal de la SETH, aseguró, por su parte, que “todavía es prematuro asegurar que estos hallazgos se van a poder trasladar a la clínica, pero estos datos nos indican que la evaluación del FXIII puede ser una buena herramienta para mejorar los resultados del abordaje terapéutico inmediato de los afectados por ictus”.
El ictus es una de las causas más importantes de incapacidad permanente en adultos y la segunda de muerte (la primera en mujeres). Además, puede provocar secuelas que afectan de manera importante a la calidad de vida. Por ello, es primordial evitar los factores de riesgo y buscar biomarcadores para la detección de personas predispuestas a sufrir ictus y de respuesta terapéutica.