En torno al 80% de los profesionales sanitarios ha sufrido una agresión física o verbal durante los últimos cinco años, según un estudio de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) presentado este martes en Madrid.
Realizado a partir de 5.127 encuestas a trabajadores del sector (enfermeras, médicos, auxiliares de enfermería, técnicos de emergencias y administrativos), la investigación también revela que el 49,6% de los agredidos nunca ha denunciado estas situaciones.
«La falta de apoyo de la Administración y el temor a las represalias» son, a juicio de Encarna Abascal, responsable nacional de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF, las causas por las que los profesionales renuncian a presentar denuncia.
El trabajo también señala que el 70,3% de las agresiones fueron verbales (insultos, amenazas…) y el 10,6%, de carácter físico.
En cuanto a la seguridad en los centros, casi la mitad de los encuestados afirman que fueron sus propios compañeros quienes tuvieron que intervenir en su defensa cuando vivieron un episodio violento, al no contar con medidas concretas ni con la formación especializada para afrontarlo. El 69% desconoce los protocolos de actuación de sus centros y el 75,5% nunca ha recibido formación en este terreno.
El estudio también subraya que las mujeres son las principales víctimas de estas situaciones violentas, no solo por su mayor presencia en el sector sanitario, sino también porque son más vulnerables a este tipo de conductas agresivas. «Son los propios pacientes y sus familiares, en la mayoría de los casos hombres, quienes llevan a cabo las agresiones», precisó Abascal.
Urgencias, atención primaria y hospitalización son los servicios que más agresiones concentran, mientras que enfermeras, auxiliares y médicos son los profesionales más expuestos.
A juicio de Abascal, el tiempo de espera y la falta de información están detrás de la mayoría de las agresiones. En general la causa es la escasez de recursos, «y los profesionales están pagando el pato», subrayó.