El jugador del FC Barcelona, Lionel Messi, se ha escapado a una paradisiaca playa después de una temporada que ha terminado con un mal sabor de boca tras los varapalos del Liverpool, la final de Copa y la Copa América con su selección (expulsión incluida en la final de consolación), para recargar las pilas y disfrutar de su familia.
Después de realizar una pequeña parada en su Rosario natal, el futbolista se subió a un avión para viajar a Antigua y Barbuda, lugar que eligió junto a Antonella Roccuzzo para celebrar su luna de miel en 2017.
El pasado sábado por la noche aterrizó junto a su familia en el aeropuerto Islas Malvinas de Rosario, y tan solo cuatro días después embarcó en su avión privado para desplazarse hasta Saint John’s, la capital del país caribeño, según ha informado el periódico argentino ‘Clarín’.
La propia Antonella ha querido mostrar lo bien que lo están pasando a través de una imagen publicada en su perfil de Instagram. En una bonita estampa familiar aparecen Leo y su esposa junto a sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro, en una idílica playa y con parte de sus cuerpos sumergidos en las turquesas aguas del mar Caribe.
El astro argentino pretende descansar cuerpo y mente antes de incorporarse a la disciplina azulgrana presumiblemente días antes de la disputa del trofeo Joan Gamper que se celebra el próximo 4 de agosto.
En 2016 estuvo en las Bahamas antes de ser visto en las playas de Ibiza. En 2017 también eligió Ibiza como destino para su despedida junto a las familias de Luis Suárez y Cesc Fàbregas.