La familia del francés Vincent Lambert, en estado vegetativo desde hace más de una década, ha confirmado su fallecimiento nueve días después de que se suspendiera el tratamiento con el que se le mantenía vivo, en el Hospital Universitario de Reims (París) donde estaba ingresado.
Lambert, de 42 años de edad, se había convertido en todo un símbolo del debate sobre una «muerte digna» en Francia. Se encontraba tetrapléjico tras sufrir un grave accidente de moto en 2008 y declarado en estado vegetativo desde 2014.
Finalmente, el Tribunal de Casación, la máxima instancia judicial del país, decidía que se suspendiera el tratamiento con el que se le alimentaba e hidrataba, en una decisión que avalaba la decisión de los médicos y de su mujer Rachel Lambert. Sus padres, católicos y muy conservadores, eran contrarios a la decisión.
Los progenitores de Vicent, Viviane y Pierre habían llegado a recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero este lunes, ante la ausencia de un testamento vital, decidieron abandonar la cruzada legal. Eso sí, su abogado dejó la puerta abierta a denunciar por «tentativa de homicidio voluntario» al doctor Vicent Sánchez y su equipo de paliativos por ordenar el fin de la alimentación del paciente.