La asociación Airlines for Europe (A4E) denunció este miércoles que el 71% de los retrasos registrados en el continente en lo que va de año han sido provocados por incidencias relacionadas con los controladores aéreos.
Por ello, en un comunicado, este grupo de compañías del que forman parte IAG, Ryanair, Easyjet o Lufthansa, denuncia que el control del tráfico aéreo (ATC) europeo continúa siendo “ineficiente, caro y poco fiable para millones de pasajeros”.
Además, lamentan que los minutos de retraso provocados por el control aéreo, que además de sus ineficiencias sufre continuas huelgas, se han incrementado un 114% en comparación con 2017. Ya en 2018, los pasajeros europeos sufrieron 19 millones de minutos de retraso, lo que equivalió a un incremento del 104% respecto a 2017.
A este respecto, advierten de que los cuellos de botella producidos por la congestión del tráfico aéreo, especialmente en Alemania y Francia, aumentan la duración de los vuelos hasta un 30%, incrementando también las emisiones de CO2.
Por otro lado, A4E explica que las aerolíneas están implementando varias medidas adicionales para mitigar el aumento de los retrasos este verano. Esto incluye medidas operacionales concretas para incrementar la eficiencia, tales como el repostaje de combustible durante el proceso de embarque, así como la inversión en más personal y flota dedicada para cubrir eventuales incidencias.
“Las medidas llevadas a cabo por los gobiernos europeos y los propios centros de control aéreo son escasas y llegan tarde. La modernización del espacio aéreo europeo es urgente y ha tardado demasiado. Necesitamos una solución a largo plazo no solo para mejorar los viajes de los clientes, sino para evitar las emisiones innecesarias de CO2. Podríamos hacerlo mañana, pero los políticos llevan discutiéndolo durante 18 años sin obtener ningún resultado”, denuncia Willie Walsh, consejero delegado de IAG.