Los investigadores del Real Instituto Elcano Fernando Reinares y Carola García-Calvo mostraron este martes cómo a raíz de la guerra de Siria el número de yihadistas condenados o fallecidos en España con nacionalidad española ha pasado del 20% al 45%.
Así lo explicaron en los Cursos de Verano de El Escorial, organizados por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde presetaron un estudio que muestra dos modelos en el proceso de radicalización: el primero, que va de 2004 a 2011 (año en el que empieza la guerra en Siria); y el segundo, que abarca desde 2012 a 2018.
Reinares remarcó que “en la célula yihadista del 11-M todos los terroristas menos uno eran extranjeros de primera generación; mientras que en la de Ripoll todos menos uno eran de segunda generación”. Es decir, que mientras la mayoría de los terroristas del 11-M eran inmigrantes, los terroristas de Barcelona y Cambrils habían nacido o se habían criado en España.
Los datos reflejan cómo antes de la guerra de Siria, dos de cada diez yihadistas detenidos o muertos en España eran inmigrantes de segunda generación; mientras que a partir de 2012 la cifra se elevó a seis de cada diez.
RADICALIZACIÓN EN INTERNET
Otro de los aspectos que ha cambiado con el paso de los años ha sido el papel de internet en la radicalización de los terroristas. Antes de 2012, la mitad de los yihadistas se radicalizaba fuera de la red y menos del 10% lo hacía solo en internet. Sin embargo, tras la guerra de Siria, casi la mitad lo hace ya en entornos mixtos (combinan internet con la radicalización en el mundo físico) y uno de cada tres lo hace exclusivamente ‘online’.
“El estudio muestra que, en la mayoría de los casos, el primer contacto se produce en internet y más tarde se deriva a esas personas a reuniones donde siguen con la radicalización”, remarcó García-Calvo.
CAMBIO EN EL PAPEL DE LA MUJER
Los expertos explicaron cómo el auge de la radicalización en internet ha abierto una ventana para la captación de mujeres. “En el salafismo yihadista, las mujeres están apartadas de los espacios sociales donde puede producirse la radicalización», pero gracias a internet, los grupos terroristas han encontrado una nueva vía para enviar sus mensajes, aseguraron.
También se observa un aumento de los llamados “lobos solitarios” (terroristas que se radicalizan sin la ayuda de otras personas), que pasan del 4% entre los detenidos o muertos en el primer periodo al 10% tras la guerra de Siria. “No obstante, este grupo puede estar infrarrepresentado”, puntualizó la investigadora García-Calvo.
La investigadora justificó ese dato ya que, por sus características, es mucho más difícil para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dar con este perfil. “Aun así, hemos observado que la radicalización no es una cuestión de lobos solitarios sino de movimientos estructurados”, concluyó.
Todos estos datos aparecen recogidos en el libro ‘Yihadismo y yihadistas en España. Quince años después del 11-M’, editado por el Real Instituto Elcano y que los autores presentaron en el curso ‘Cómo prevenir la radicalización yihadista: prácticas exitosas, dilemas e incertidumbres’.