Uno de cada cinco españoles vive en riesgo de pobreza

La población en riesgo de pobreza o exclusión social residente en España descendió al 26,1% en 2018, lo que supone el mismo porcentaje que 2010 y el más bajo desde 2009 (24,7%), además de que se han encadenado cuatro años consecutivos de descenso después de tocar ‘techo’ en 2014 con un 29,2%.

Así se desprende de la última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), hecha pública este jueves. La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social Arope (siglas en inglés de At Risk Of Poverty or social Exclusion) se creó en 2010 para medir la pobreza relativa en Europa ampliando el concepto de la tasa de riesgo de pobreza, que sólo contempla los ingresos. El nuevo indicador se construye con la poblacióon que se encuentra en riesgo de pobreza o con carencia material o con baja intensidad en el empleo.

Así, la tasa Arope de riesgo de pobreza o exclusión social se situó el año pasado en un 26,1% de la población residente en España, frente al 26,6% de 2017. La reducción se produjo en dos de sus tres componentes: del 12,8% al 10,7% en la baja intensidad en el empleo, y del 21,6% al 21,5% en el riesgo de pobreza; sin embargo, la carencia material severa subió del 5,1% al 5,4%.

Por grupos de edad, esta tasa descendió 0,5 puntos en las personas de 16 a 64 años y 2,2 puntos en los menores de 16. Por el contrario, subió 1,2 puntos en los de 65 o más años.

La tasa Arope es más elevada entre quienes tienen un nivel educativo equivalente a educación secundaria de primera etapa (33,8% en 2018) y más baja entre quienes han llegado a la educación superior (12,6%).

El 50% de las personas en hogares formados por un adulto con hijos dependientes a cargo se situaban el año pasado en riesgo de pobreza o exclusión social, al contrario que las familias sin niños dependientes.

El riesgo de pobreza o exclusión social también era más elevado entre las personas paradas (58,9%), frente a un 15,1% de las jubiladas. El porcentaje es del 23,1% entre los españoles; un 47,7% entre los extranjeros de la UE, y un 56,0% entre las personas extracomunitarias.

UMBRAL DE RIESGO DE POBREZA

Por otro lado, el INE incluye los últimos datos del umbral de riesgo de pobreza, que, siguiendo los criterios de Eurostat, se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas, por lo que sube o baja en la medida en que lo haga la mediana de los ingresos. Al crecer los ingresos por persona también aumenta el umbral de riesgo de pobreza.

El umbral de riesgo de pobreza para los hogares unipersonales se situó el año pasado en 8.871 euros, un 4,1% más que en 2017. En los hogares de dos adultos y dos menores de 14 años, ese umbral fue de 18.629 euros.

Por otra parte, la población en riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad, no pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población. En 2018 (teniendo en cuenta los ingresos de 2017), el porcentaje de población por debajo del umbral de riesgo de pobreza (la llamada tasa de riesgo de pobreza) se situó en un 21,5% de la población residente en España, frente al 21,6% del año anterior. Esto bajó 1,9 puntos entre los menores de 16 años y subió 0,2 puntos en el grupo de 16 a 64 años, y 0,8 puntos entre los de 65 o más.

El INE también hizo público el ingreso medio por persona en 2018, que alcanzó los 11.412 euros, lo que significa un 3,1% más que los 11.074 euros de 2017. Se trata de la cantidad más elevada de la última década.

Un 10,4% de los hogares españoles llegó a fin de mes con ‘mucha dificultad’ en 2018, lo que supone 1,1 puntos más que el año anterior. Un 36,0% no podían afrontar gastos imprevistos (37,3% en 2017); un 34,2% no puede irse de vacaciones fuera de cada al menos una semana al año (34,4% en 2017); un 7,3% pagaba tarde los gatos relacionados con la vivienda principal, como hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad… (7,4% en 2017).

(SERVIMEDIA)