Hubo un tiempo en que el género que triunfaba en PC eran las aventuras gráficas Click and Point. En este género LucasArts era el rey pero había una desarrolladora llamada Sierra, que antes de Half Life también hacía estas aventuras. Una de ellas tuvo bastante éxito Leisure Suit Larry. Con varios juegos en el mercado, algún que otro remake y también alguna aventura protagonizada por su sobrino, vuelve este icono de finales de los 80 de la mano de Crazybunch, Assemble Entertainment y nuestros amigos de Koch Media.
Tras bastantes años dormido, vuelve el bueno de Larry Laffer a tomar el protagonismo en una aventura que bien recuerda a las que tuvo en épocas pasadas. Click and point puro y duro, exploración de todos los elementos en pantalla, resolución de los puzzles más locos y humor, mucho humor. Larry, para el que no lo conozca, era una especie de Torrente mucho antes de que el personaje de Santiago Segura fuera creado. Un tío con pinta de los años 70, con tripilla, cuarentón y solamente interesado en ligar con chicas monas. Torrente evolucionó a este estereotipo.
En esta aventura Larry, que ha pasado, digamos que una gran temporada bajo tierra, vuelve directamente a nuestra época. Tras encontrarse un prototipo de Smartphone llamado PiPhone, la Inteligencia artificial del teléfono le pedirá que vaya hasta la sede de Prune a devolverlo ya que es alto secreto y no puede ser visto por nadie. Una vez allí se topará con Bill Jobs fundador y presidente de Prune, y Faith, su ayudante. El bueno de Larry, como siempre, le pedirá una cita a esta mujer, pero ella le dice que solo si llega a 90 de puntuación en Timber, la aplicación de ligue de esta sociedad. Tras conseguir su nuevo Piphone cortesía de JB, su objetivo será llegar a esos 90 puntos.
A partir de aquí comienza la aventura que nos llevará por toda New Lost Wages usando este Timber, realizando las tareas más locas que se nos puedan ocurrir, encontrando a numerosos personajes carismáticos como una Webcamer, un modelo gay, un par de veganos y ligando con otro tanto de personas. Una aventura gráfica al más puro estilo de los años 90. En cuanto a la jugabilidad en Switch podremos mover a Larry por todo el escenario libremente pero para inspeccionar tenemos un cursor que manejamos con el stick derecho. La cruceta digital nos dará acceso directo a Unter, la app de transportes, a Instacrap, la app de fotos, a Timber y al inventario.
Quizás el manejo del inventario sea lo peor implementado del juego ya que se accede con el botón Y pero si queremos usar un objeto fuera del inventario deberemos acceder a él, seleccionarlo y salir, es decir, si hay veces que nos quedamos encallados en la aventura y queremos probar y probar aleatoriamente se va a hacer pesado. Igual sucede si queremos unir unos elementos del inventario con otros, será algo pesado ya que si la unión no puede realizarse, se saldrá momentáneamente a la pantalla general para que Larry diga que no se puede hacer y volverá. Con lo que quizás se hace algo tedioso.
La historia es divertida, Larry es un rufián que quiere cumplir sus sueños eróticos a toda costa pero que viene de una época que ya no es la actual. Todo ha cambiado y deberá aprender a manejarse en esta sociedad de las redes sociales, el postureo donde queda desubicado pero le da el toque gracioso a su gañanismo.
Gráficamente el estilo es muy de dibujos hechos a mano con personajes muy identificables con los tópicos que nos rodean en la actualidad. Los escenarios también están muy cuidados con mogollón de detalles. El juego también muestra animaciones tanto normales como pixeladas, ya que si morimos nos deberán fabricar de nuevo y esta secuencia está realizada al estilo de los juegos de los años 90, llenos de píxeles. Sin duda se han tomado mucha molestia en recrear todos los lugares que a los más antiguos les va a traer momentos de recuerdo, muchos detalles y se nota el mimo y el cuidado invertido en esta parte gráfica. También tendremos bastantes detalles algo pornográficos, aunque a simple vista no lo parezca, o sí. Es algo que la saga ha llevado siempre implícito pero conviene remarcarlo.
En cuanto a la parte sonora, cumple con su cometido, melodías que ambienta bien y no quitan la atención, voces dobladas al inglés de manera genial y con la traducción con subtítulos a nuestro idioma.
Larry Laffer vuelve directamente desde los años 90 y se va a encontrar un choque intergeneracional que deberá solventar sobre la marcha. Este Wet Dreams Don’t Dry es una aventura gráfica repleta de chistes verdes, pero no soeces, en la vuelta de uno de los personajes más icónicos de los juegos retro. Una aventura no apta para menores de 16 años, repleta de situaciones divertidas, toques de humor, detalles graciosos y con la esencia de aquel Larry, el padre espiritual de Torrente. Un juego gamberro para todo el que quiera darle la oportunidad a esta aventura gráfica como las de antes. Para ello se han esmerado los chicos de Crazybunch y nos llega de la mano de Koch Media.