La localidad canaria de Telde continúa conmocionada después de que este fin de semana un niño de ocho años muriera atragantado mientras se estaba comiendo un perrito caliente.
Los hechos ocurrieron durante la celebración de las fiestas de San Juan de la localidad. El menor estaba acompañado por familiares y amigos cuando se produjo el trágico suceso sin que ninguno de ellos pudiera hacer nada.
Los servicios de emergencias que se personaron en el lugar confirmaron el fallecimiento, según informa ‘Canarias7‘. El padre también tuvo que ser atendido por un fuerte shock emocional.
La localidad ha suspendido las fiestas y decretado varios días de luto oficial.