Conducir en Islandia supone una auténtica aventura. Un recorrido en el que se puede asistir a algunos de los fenómenos naturales más espectaculares del planeta en un país que combina fuego y hielo. Alquilar coche en Islandia es indispensable para disfrutar al máximo la estancia y en www.cocheislandia.es se puede encontrar una amplia oferta de alquiler.
Praderas, lagos, cuevas, glaciares, aguas termales, acantilados. Una ruta a bordo de un vehículo por Islandia es una propuesta única e irrepetible para quienes quieran disfrutar de un viaje rodeado de naturaleza en el que se siente una conexión especial con el medio ambiente. Por esto, la mejor elección es decantarse por el alquiler de coche en Islandia. Es la única opción si se pretende llegar a los rincones más bonitos de esta isla. Con un vehículo propio es posible organizarse un viaje a medida, ya que para según que puntos turísticos, es mejor acudir a una hora determinada del día.
La ruta por Islandia empieza en Keflavik, donde se ubica el Aeropuerto Internacional y al que llegarás si viajas desde cualquier origen en Europa. Allí es posible alquilar un coche y dar el pistoletazo de salida al viaje. El famoso Circulo Dorado, una ruta que transcurre a través de los rincones más bonitos, puede ser un buen punto de partida para conocer fenómenos naturales como las aguas termales de Reykjadalur, un río rodeado de nieve cuya agua supera los 30 grados y en el que suele bañarse el público. Un coche evita depender de horarios de viajes organizados y da la oportunidad de dedicar el tiempo que se desea a cada zona. Los viajeros disponen de una gran libertad para moverse a su aire y pueden organizarse el viaje con total autonomía, sin establecer límites. Y es que cada rincón del país, por pequeño que sea, puede suponer una gran aventura. Hay que tener en cuenta que los mayores atractivos de Islandia se ubican en zonas naturales, alejadas de la urbanización, por lo que el alquiler de coche es imprescindible.
Entre los puntos que se deben visitar está Reikiavic, la capital de Islandia y la urbe que aglutina la mayoría de servicios que ofrece una isla con 200.000 habitantes. En esta zona también pueden visitarse los famosos géiseres, un tipo de fuente termal que cada cierto tiempo escupe vapor y agua caliente. Otro destino es Akurery, una ciudad ubicada en el norte y bañada por el fiordo Eyjafjörður, que se puede contemplar desde las calles.
Carreteras F-road y límites
Las carreteras en Islandia son óptimas para la conducción y, en su mayoría, están adaptadas a todo tipo de vehículos y condiciones climáticas. Es un país muy bien preparado para el frío y grandes nevadas, por lo que un tiempo más adverso no va a ser un impedimento, todo lo contrario, va a poner más emoción y realismo al viaje. Además de las carreteras convencionales, están las famosas F-Roads. Estas son especiales y solo pueden cruzarse con un vehículo 4X4. Son caminos que van hacia el interior de la isla y el indicativo ‘F’ señala que debe cruzarse un río. Por ello, solo es posible circular aquí con vehículos de montaña. Acceder con cualquier otro tipo de automóvil está estrictamente prohibido. Son ríos con poco nivel de agua, por lo que se pueden cruzar con los vehículos especializados con total normalidad. El recorrido por las carreteras F forma parte de la aventura por Islandia. Se adentran en la naturaleza más salvaje y se deben tener muy en cuenta a la hora de alquilar un coche. Estos caminos pueden cortarse al tráfico si no se dan las condiciones óptimas. Así que si están abiertos, adentrarse en ellos es seguro y forma parte de la aventura.
Antes de visitar Islandia en coche es importante conocer las condiciones y los límites de velocidad. La vía principal se conoce como carretera circular porque bordea toda la isla. Tiene unos 1.350 kilómetros y el límite para conducir es 90 kilómetros por hora. Está abierta todo el año, al igual que las carreteras primarias, también de asfalto, en las que se la conducción se reduce a los 80 km/hora. Hay que prestar más atención si se conduce por otras carreteras secundarias o las F-road, en la que la velocidad debe reducirse a 50 km/hora. Son las mismas limitaciones que en las ciudades. Es importante respetar los límites de velocidad y no circular campo a través, ya que esta opción no está permitida. En todas las carreteras solo hay un carril por cada sentido, pero muy pocos coches circulando, así que el viaje será tranquilo y sin aglomeraciones. No existen los atascos en el país más septentrional de Europa. La edad mínima para alquilar un vehículo es 20 años y si éste es un todoterreno, entonces el límite sube a 23.