La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a los dueños de una panadería de Pontevedra que obligaba a sus empleados a trabajar 363 días al año, por lo que solo podían librar dos.
En concreto los asalariados estaban llamados a presentarse todos los días en su puesto de trabajo salvo el día de Navidad y el de Año Nuevo que tenían de libranza. De lo contrario estaban amenazados con perder su empleo. En ningún caso se les pagaban las horas extra ni tampoco los complementos salariales por trabajar domingos y festivos.
La justicia condena a los dos hermanos que se encargaban de dirigir el negocio por infringir los derechos tienen reconocidos los trabajadores en la legislación laboral y en el convenio colectivo del sector.
Ambos panaderos, según ‘La Voz de Galicia‘, llegaron a un acuerdo con la Fiscalía Provincial, de tal modo que no tuvieron que llegar a sentarse en el banquillo de los acusados asumiendo tres meses de prisión y multa de trescientos euros por el primero de los cargos penales e idéntica pena de cárcel, pero 29.905 euros de multa por el segundo. Además, se les impone a cada uno el abono de una indemnización de 119.620 euros.