Aunque que cada vez se recicla más, el año pasado en nuestro país se reciclaron el 78,8% de bricks, latas y envases según Ecoembes, los efectos en el medio ambiente de los productos no reciclados no parecen remitir. Una prueba de ello es la acumulación de microplásticos generada en el Pacífico Norte y que representa una auténtica isla tres veces más grande que España. Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para comprobarlo. Y es que en las Islas Cíes, uno de los parajes costeros más protegidos de Galicia, aseguran que por cada 100 metros de arena se encuentran más de 3.000 residuos, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La concienciación de la sociedad es clave para proteger el medio y también una asignatura pendiente en España, ya que solo el 23% de los españoles se define como “concienciado y comprometido” en este sentido, según la Fundación Creafutur. Teniendo en cuenta estos datos, desde IMF Business School han querido analizar 11 falsos mitos comunes que afectan al reciclaje y, por consecuencia, al medio:
- “Los camiones mezclan todo, así que yo también”. Una conclusión común, pero muy alejada de la realidad ya que la mayoría de los camiones incluyen dos compartimentos para clasificar automáticamente la basura según su origen.
- “Todos los residuos se juntan en la planta de reciclaje”. Es posible que puedan llegar pequeños residuos de otros tipos debido a errores de selección previos, pero la afirmación de que toda la basura se mezcla en estas instalaciones es falsa. De hecho, cada una de las plantas trata un residuo en concreto.
- “Los productos reciclados son de peor calidad”. No tiene porqué. Productos como el vidrio o el aluminio pueden ser reciclados de manera prácticamente ilimitada, mientras que el papel de impresora puede reciclarse de 5 a 7 veces antes de que las fibras se desgasten. Además, el proceso es tan fiable hoy en día que ya se están desarrollando carreteras a partir de plástico reciclado.
- “Reciclar contamina más que hacer productos nuevos”. Error. No solo conlleva ahorro en la extracción de nuevas materias, sino también en la energía necesaria para su producción. De hecho, se estima que fabricar una lata de aluminio a partir de materiales reciclados consume un 95% menos de energía.
- “El reciclado puede destruir puestos de trabajo”. Si todo el mundo reciclase, ¿qué pasaría con los trabajadores de las plantas que se dedican a separar los residuos? La respuesta es absolutamente nada, ya que esa labor siempre va a ser necesaria.
- “No reciclo porque ya pago la tasa de basuras”. No tienen nada que ver los impuestos que cada Ayuntamiento establece para la recogida de basuras orgánicas con la gestión de los residuos reciclables. De hecho, son las empresas las que compran estos residuos para reciclarlos en nuevos productos, por lo que el coste para el ciudadano de a pie no sobrepasa al de las bolsas de basura y los cubos para la cocina.
- “Es imposible acordarse con tanto contenedor”. Prácticamente todos los municipios de España cuentan con el mismo código de colores para identificar los contenedores: amarillo (envases de plástico, metálicos y bricks), azul (cartón y papel), verde (vidrio),marrón (orgánico) y gris (residuos no reciclables).
- “No hay sitio en mi casa para tantos cubos de reciclaje”. No es necesario un cubo para cada color. Lo recomendable es tener uno para los residuos más comunes y que generan mal olor (orgánico y envases) e ir usando otros compartimentos para el resto.
- ·“Hay residuos muy difíciles de reciclar”. ¿Dónde tiro el pañal? ¿Qué hago con el brick de zumo, envase o cartón? Hay productos que no son tan fáciles de clasificar. Por ello, es fundamental que el ciudadano se informe bien sobre la política de residuos de su municipio y así acertar a la hora de bajar la basura.
- “No hay contenedores en mi barrio”. Ésta es una de las excusas más fácil de desmentir, ya que existen más de 600 mil contenedores azules y amarillos repartidos por toda España, según los últimos datos de Ecoembes, lo que se traduce en un contenedor por cada 77 españoles.
- “El gesto de una persona no va a salvar el planeta”. Cada español genera una media de 471kg de residuos al año, según las últimas estadísticas del INE. Esto quiere decir que, si tan solo un ciudadano español no reciclase durante todo el año, casi media tonelada de residuos de todo tipo que acabaría en vertederos.