Las mujeres que duermen con la televisión o la luz encendida son más propensas a ganar peso, así lo afirma un estudio publicado este lunes por el Journal of the American Medical Association (JAMA).
En el estudio participaron 44.000 mujeres, a las que se le realizó un seguimiento durante cinco años. Se dividieron en grupos en función de la exposición a la que iban a estar sometidas, desde pequeñas luces, como la de una radio, por ejemplo; luz proveniente de la calle; de una televisión y la propia luz de la habitación.
Las mujeres que habían dormido con la televisión o la luz de la habitación encendidas tenían el 17% más de posibilidades de haber engordado hasta cinco kilos o más durante el transcurso de la investigación. Se tuvieron en cuenta diversos factores como el lugar dónde se encontraba el domicilio (rural o urbano), nivel de ingreso y el peso inicial, con el fin de compararlas a mujeres en situaciones lo más similares posible.
Dale Sandler y Yong-Moon Mark Park, del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud y el Medio Ambiente en Carolina del Norte y autoras del documento, señalaron que la exposición a la luz podría suprimir en parte la producción de melatonina, lo que altera el ritmo circadiano y los patrones de alimentación.
Otro de los factores que inciden en el aumento de peso es que la luz actúa como un «factor de estrés crónico» que interrumpe la liberación de hormonas del estrés como los glucocorticoides, que intervienen en la regulación de la ingesta de alimentos, o que puede haber otro mecanismo en funcionamiento que afecte directamente al metabolismo.