Una familia tejana se quedó estupefacta cuando se dispuso a cortar la tarta que acababa de encargar en la pastelería de un centro comercial para celebrar la graduación de uno de sus miembros.
Nellie Flores y su hermana Marsy encargaron una tarta para celebrar una fiesta de graduación. Cuando recibieron el pastel y fueron a probarlo se percataron, en plena celebración, que la tarta era de mentira y estaba hecha de poliestireno.
Posteriormente, los encargados de la tienda se disculparon por su error, que según ellos se debió a un malentendido: entregaron a la familia una de las tartas de adorno en vez de la que habían preparado para la ocasión.
Flores explicó a ‘KTRK-TV’ que como compensación, la pastelería le premió con una tarjeta con 60 dólares para gastar en el centro comercial.