El jugador de fútbol, José Antonio Reyes, fallecido el sábado en un accidente de tráfico a la edad de 35 años, ha sido despedido en la la iglesia de Santa María de Utrera, de donde era originario.
Sus restos fueron velados durante toda la noche en el salón de plenos del ayuntamiento de la misma localidad, donde se congregaron miles de aficionados y los principales representantes de los clubes de fútbol español.
Posteriormente a la misa funeral se procederá al entierro del cadáver.