La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer quién grabó, compartió y reenvió el vídeo de contenido sexual en el que aparece la empleada de Iveco en Madrid que se acabó quitando la vida por la presión.
Verónica, de 30 años y madre de dos niños, se suicidó tras las miradas, los comentarios, y los acercamientos hasta su puesto de trabajo para identificarla. Ante tanta presión, la víctima comunicó el hecho ante Recursos Humanos. Sin embargo, cuando el vídeo llegó a manos de su marido, el pasado viernes, sufrió una crisis de ansiedad que le llevó a suicidarse.
La Policía investiga los hechos y busca a los responsables de la difusión porque podrían haber incurrido en un delito.