Eva Casado se convirtió en la primera persona capaz de cursar estudios oficiales de violín desde la cama, donde tuvo que pasar mucho tiempo debido a una enfermedad neuro-inmunológica. Vicent Costa, licenciado en Filosofía, ha conseguido beca para un doctorado en Ingeniería Informática. Ignacio “Pincho” Ortega está estudiando Relaciones Internacionales y practicando su deporte preferido en la Universidad de Alabama, que tiene un centro de élite de baloncesto adaptado. De hecho, a sus 18 años es una de las grandes promesas del baloncesto en silla de ruedad. Angelica Partida-Hanon se empezó Ingeniería Industrial a los 13 años y Telecomunicaciones a los 14, para licenciarse finalmente en Biología. Hizo luego varios másters y ahora se está doctorando. Todas estas personas tienen algún tipo de discapacidad y todas ellas han podido aprovechar muy bien las becas y otras ayudas que durante los últimos años han ido implementado el Banco Santander y la Fundación Universia, también perteneciente al grupo bancario.
Sólo en 2018, la Fundación Universia promovió 19.000 ayudas en becas, prácticas, empleo y emprendimiento para personas con discapacidad. Muy recientemente, el Santander, la Fundación Universia y la Fundación Konecta han lanzado la VIII Convocatoria de Ayudas a Proyectos Inclusivos 2019. Las entidades ganadoras de esta convocatoria recibirán 50.000 euros, 10.000 euros por categoría, para desarrollar sus proyectos de empleo, educación, deporte, investigación y cultura con el propósito de fomentar la inclusión y la autonomía de las personas con discapacidad. Las ayudas tienen el objetivo de promover la participación social y laboral de este colectivo, servir de línea de apoyo para conocer sus necesidades actuales y generar una colaboración y conexión entre asociaciones, fundaciones y universidades de atención a la discapacidad. Durante la pasada edición, se llegó a un total de 113.299 personas a través de los siete proyectos ganadores. De todos ellos, 306 beneficiarios directos de los proyectos fueron personas con discapacidad. En esta ocasión, se han recibido un total de 157 proyectos de universidades, asociaciones, fundaciones, cooperativas y confederaciones sin ánimo de lucro españolas, de los cuales han resultado finalistas 40 proyectos de todo el país.
El Grupo Santander es una de las empresas con mayor experiencia en apoyo a las personas con discapacidad. Además de las iniciativas ya mencionadas, desde hace nueve años, mantiene también otros proyectos que favorecen a discapacitados intelectuales. Son convenios para la formación, el empleo y la integración social. En mayo el banco y Universia han renovado de nuevo uno de sus acuerdos más significativos: el que lleva a cabo con la organización Plena Inclusión.
Según el último informe de la Fundación Universia sobre Universidad y Discapacidad, el total de estudiantes universitarios españoles con discapacidad es de 21.435, lo que representa un 1,5% del conjunto del alumnado de estas universidades. Los datos muestran que hay más estudiantes con discapacidad en las universidades públicas (1,5%) que en las privadas (1,2%), y más alumnos eligen la modalidad a distancia (4,1%) antes que la presencial (1%). Al igual que se comprobó en estudios anteriores, indica que la proporción de estudiantes que permanecen en la universidad va disminuyendo a medida que avanzan los estudios universitarios, contando con un 1,8% de estudiantes de grado, primer y segundo ciclo; 1,2% de posgrado y máster y 0,7% de doctorado. Hay una menor proporción de mujeres con discapacidad que estudian en la universidad con respecto a la de hombres, con un 49,1% de mujeres estudiantes de grado, un 48,7% de postgrado y un 43,4% de doctorado. Un 15,2% de mujeres con discapacidad, además, ha contestado que se ha enfrentado a más dificultades en la universidad por cuestiones de género. En el informe, un total de 22 universidades han proporcionado datos sobre el número de trabajadores con discapacidad, señalando que cuentan con 769 personas, de las que el 42,9% son personal docente e investigador (PDI) y el 58,1% personal de administración y servicios (PAS).
Las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo tienen unas altas tasas de desempleo: a finales de 2017 se situaba en el 26,2%, según el Instituto Nacional de Estadística. No obstante, las medidas de discriminación positiva puestas en marcha, que reservan un 2% de los puestos en el acceso a las plazas de empleo público, han conseguido reducir esta brecha, ya que en 2015 este porcentaje se elevaba al 44,7%.
El grupo que preside Ana Botín también ha puesto en marcha la Liga Genuine, un proyecto pionero desarrollado por la Liga y Santander España que consiste en un campeonato de fútbol 8 con 30 equipos (12 más que en la temporada anterior) formados por jugadores con discapacidad intelectual. Además de patrocinar esta Liga, el banco otorga 30 becas, una para cada equipo.