Las campañas siempre son un momento para el encuentro con simpatizantes, amigos y ciudadanos anónimos. ¿Qué le han trasladado durante estos días?
Fundamentalmente, me han trasladado las necesidades de los distintos barrios. He hablado con muchísimas personas y muchos de ellos me han trasladado frustración por el momento que está viviendo Granada, e ilusión por la posibilidad de que llegue un equipo nuevo y pueda, sobre todo, frenar a la derecha y formar un gobierno de izquierdas que cambie el destino de la ciudad.
¿Podría hacernos un resumen de las líneas principales de su programa?
Las líneas de nuestro programa son fundamentalmente acabar con el problema medioambiental, que ahora mismo es el más grave que tiene la ciudad. Granada está entre las cinco ciudades españolas con mayor contaminación atmosférica y una corrupción estratosférica también considerable como estamos estamos viendo con el paso por los juzgados de muchas personas. Por tanto, quitar la boina de contaminación de Granada es muy necesario, y después dotarla de de infraestructuras culturales realmente potentes. Tenemos muchos proyectos, como revivir la Azucarera de San Isidro para crear locales de ensayo para grupos de música y teatro, la reconversión del Sacromonte en un museo vivo del flamenco, muy posiblemente el más extenso del mundo, o la creación de una agenda única donde se recojan todos los actos en el Área Metropolitana que hacen las distintas instituciones y no haya tanta dispersión.
Nuestras propuestas en Movilidad están siendo copiadas por otros partidos. Nosotros empezamos a lanzar estas propuestas hace dos meses, como sustituir los autobuses diésel por otros híbridos o eléctricos que no contaminen, la peatonalización del centro o los medios mecánicos al Albaicín, donde vamos a realizar una propuesta a los vecinos y después se decidirá en consulta con ellos la creación de un ascensor invisible que iría desde el Cobertizo de Gadero, en Calle Elvira, hasta San Miguel Bajo.
Pero, sobre todo, lo que queremos crear es una ciudad de cuidados para la gente, donde haya un servicio de salud bien relacionado con las infraestructuras de la Junta de Andalucía que atienda a la gente que está sola, a las personas mayores, asuntos de drogodepencia y haya una verdadera sociedad participativa en la que los barrios olvidados vuelvan a un primer plano, se sitúen en el centro e, incluso, que los presupuestos sean participativos y que los ciudadanos decidan cuáles son sus prioridades a la hora de poner en marcha diferentes proyectos.
¿Cuál es su iniciativa estrella, aquella que destacaría sobre el resto?
Hemos presentado una propuesta que puede dar lugar a gran confusión, pero las personas que lo hemos imaginado lo tenemos en la cabeza: el desenterramiento del río Darro. Creemos que daría una belleza aún más espectacular a Granada porque recuperaría toda la estampa de la imagen romántica de la ciudad. Y permitiría prolongar la calle más hermosa de Granada y una de las más hermosas del mundo, la Carrera del Darro, desde el Paseo de los Tristes hasta Puerta Real en una primera fase. Está todo pensado, es una propuesta abierta a los partidos y no se puede hacer sin la colaboración de todos. Esperamos que sean generosos y se olviden de que esta confluencia ha sido la que ha presentado la idea. Contamos con Ian Gibson como embajador de esta propuesta en España y el extranjero porque era una idea que él ya tenía en la cabeza desde hace muchos años. Y tendríamos que combinarlo bien con otras medidas porque según estudios de la UNESCO, el turismo en Granada crecería hasta un 70% si eso se consiguiera. Y el turismo ya es bastante intrusivo, con lo que habría que realizar una buena ordenación del turismo en la ciudad. Este proyecto permitiría recuperar gran parte del esplendor de la ciudad y proyectarla hacia el futuro.
¿En qué se diferencia su propuesta para gobernar Granada del resto de candidatos?
En dos cuestiones. Nuestra candidatura está formada por profesionales que no han vivido de la política, excepto el caso de Paco Puentedura que, para mí, ha sido el concejal más eficaz de los últimos ocho años en el Ayuntamiento de Granada. El resto son profesionales que jamás han vivido de la política y destacan de manera brillante en sus profesiones. Y después que hay tres patas: Podemos, Izquierda Unida y los independientes, que son 16, es decir, más del doble que cualquiera de las otras dos partes de la candidatura. Esa es una de las ventajas, y otra de las ventajas, si la gente lo quiere entender, es que se puede seguir votando a los de siempre, pero Granada en 37 años no ha parado de ir para abajo y esos años coinciden fundamentalmente con los años de trayectoria política de los tres líderes de los partidos principales que se presentan a las elecciones. Pueden seguir votando lo mismo y pueden ver como la ciudad se sigue arruinando o, por fin, dejarse de creer lo que cuentan determinados medios que están siendo especialmente duros con nuestra candidatura hasta unos límites insospechados y dar una oportunidad, la misma que dieron en ciudades como Madrid, Barcelona, La Coruña o Zaragoza. Ciudades del cambio donde la gente está contentísima con la política que se ha hecho. Política que, por cierto, hay partidos como Ciudadanos que ahora están copiando descaradamente como si el copyright fuera suyo.
¿Cuál es la primera medida que tomará si es elegido alcalde de Granada?
La primera medida que tomaría sería tomar medidas. Nadie lo ha hecho, como Francisco Cuenca cuando se encontró un Ayuntamiento arruinado con 318 millones de euros de deuda que suponen más de 80.000 euros diarios en el pago de intereses. Esta situación hace que el Ayuntamiento tenga una tarjeta de crédito a futuro pero no tenga ni un solo euro en el bolsillo y ni siquiera pueda pagar un toldo de 2.000 euros para que los niños de un colegio puedan jugar a la sombra en verano. No hay ni para eso. Por tanto, la primera medida es sanear el Ayuntamiento, rescartalo de manos privadas y multinacionales cuyo capital reside en el extranjero y están esquilmando la ciudad. Lo primero es sacar a concurso público esas empresas o remunicipalizarlas y eso supondría un ahorro anual de más de 40 millones de euros para la ciudad. En cuatro u ocho años, Granada puede estar perfectamente saneada y todos estos proyectos pueden ser realidad. Lo que cuenten los demás candidatos, si no se afronta el saneamiento del Ayuntamiento, son cuentos.
¿Dónde se ve el día siguiente a las elecciones?
Me veo donde me pongan los ciudadanos. Si me toca en la oposición, trataré de hacerlo con la mayor dignidad, colaborar en lo que sea positivo para la ciudad y denunciar lo que no lo sea. Si estoy co-gobernando, procuraré que quien gobierna haga realmente una política de izquierdas, dirigida fundamentalmente a ayudar a los ciudadanos que lo están pasando peor. Y si estoy gobernando, haré pleno al 15. Cumpliré las promesas que he hecho.