No cabe duda alguna de que la comunicación es uno de los pilares fundamentales de nuestra vida. Los seres humanos hemos avanzado siempre en este aspecto, ya que cuanto más fácil es comunicarse, mejor para todo el mundo.
Tanto es así que hoy en día, con las redes sociales, la comunicación se ha convertido en un fenómeno global. Y el elemento más importante, que lo permite, es el idioma. Razón por la cual, aprender idiomas ya es más que una opción, casi una obligación. Sobre todo uno: el inglés.
El inglés es la lengua universal del mundo en el que vivimos
Todos los idiomas tienen sus dificultades y una sonoridad diferente. Pero lo cierto es que aprender idiomas no suma más que cosas positivas a nuestra vida. Especialmente el inglés, que se ha convertido en la lengua universal en prácticamente todos los ámbitos, pero sobre todo en lo relativo a las nuevas tecnologías, que acaparan casi todos los aspectos de nuestro día a día.
Hablar inglés es muy importante a nivel laboral, ya que si en nuestro currículum podemos presumir de conocer este idioma, ganaos mucha ventaja y más probabilidades de que nos contraten. Dentro del campo académico esto es igual de relevante, ya que son muchos los cursos dentro de esta rama que se ofrecen en inglés.
Por suerte, aprender la lengua inglesa no es problema hoy día. Tan fácil es encontrar academias de inglés en Zaragoza como en Madrid o en Cádiz. Que la enseñanza de este idioma se ha extendido y generalizado es una realidad, que además responde a las necesidades del mundo actual.
Nuestra salud mental agradece el esfuerzo
Desde el sector científico se ha estudiado el impacto que recibe nuestro cerebro cuando se decide estudiar idiomas, como por ejemplo el inglés. Distintas universidades del mundo entero han sacado algunas conclusiones al respecto.
Una de ellas es que estudiar idiomas mejora nuestra capacidad de concentración y nuestra memoria. Un estudio realizado por la Universidad de Londres (Inglaterra) concluyó que esta práctica modifica de forma positiva la estructura de nuestro cerebro, concretamente el área que procesa la información, optimizando así tanto el aprendizaje como la concentración y la memoria.
Por otro lado, otro estudio de la Universidad de York (Toronto, Canadá), realizado a más de 400 personas, de entre las cuales más de la mitad habían hablado dos o más lenguas durante muchos años, detectó que estas empezaron a sentir los síntomas de la enfermedad del Alzheimer cuatro o cinco años después que las demás que no eran bilingües.
Además, una revista publicó que las personas que piensan en una lengua diferente a la materna, desarrollan una capacidad de reacción a las situaciones adversas y a los problemas con mayor velocidad, encontrando una solución mucho más rápidos que las demás personas. Finalmente, según otro estudio, el ejercicio realizado mientras se aprende otro idioma en la edad adulta, incrementa la agilidad mental y prolonga su utilidad mucho más tiempo.