Veterinarios del estado de Virginia (Estados Unidos) han puesto el grito en el cielo después de que un perro sano fuese sacrificado para compartir la eternidad en el mismo nicho que su difunto dueño.
Los trabajadores del refugio de animales donde se acabó con la vida de la mascota intentaron convencer a los familiares del fallecido para que no sacrifican al can. Sin embargo, la perra, de nombre Emma, fue sacrificada y posteriormente incinerada, informó la ‘WWBT-TV‘ de Richmond.
«Les sugerimos que podríamos encontrar un nuevo hogar para la mascota», argumentó Carrie Jones, propietaria de Chesterfield Animal Services, donde el perro fue sacrificado.
Por otro lado, la ley estatal de Virginia prohíbe a sus ciudadanos, en la mayoría de los casos, ser enterrados junto a sus mascotas.
Tras el caso los legisladores se plantean abordar el problema.