El renting para particulares es una modalidad que no deja de ganar enteros en una época en la que la compra de un vehículo no está al alcance de todo el mundo. Este tipo de alquiler a largo plazo inicialmente era más contemplado por empresas para sus flotas, sin embargo, ahora también se ha asentado entre usuarios particulares.
Al igual que ha ido pasando en el ámbito de la vivienda, ya no se aprecia tanto tener un coche en propiedad. De hecho, las nuevas generaciones a veces consideran la opción al no ser algo estrictamente necesario. Y también hay un gran porcentaje de la población que sí que tiene la necesidad, pero no siempre la posibilidad. En estos casos el renting para particulares se ha convertido en una opción muy válida por sus características.
Simplemente hay que pagar una cuota fija, en la que se se incluyen algunos gastos cotidianos como el mantenimiento, el seguro o los neumáticos. Eso hace que el particular se despreocupe y pueda pagar con facilidad. A esto hay que sumar la enorme flexibilidad que aporta el renting, tanto en la duración del contrato como con las cuotas si se habla de renting flexible. Eso aporta bastante comodidad y tranquilidad, las que podríamos considerar que son las principales ventajas de esta modalidad.
En muchos casos se ofrece la posibilidad de quedarse el vehículo en propiedad al final del contrato, aunque para ello habrá que pagar la cantidad restante establecida por la empresa. Pero también es interesante poder devolver ese vehículo y poder comenzar otro contrato de renting con uno completamente nuevo. Eso ofrece la atractiva posibilidad de estar conduciendo un coche actual en todo momento.
A priori parece que todo son ventajas en el renting para particulares, sin embargo, hay que tener en cuenta algunas otras variables. Siempre hay que tener presentes las cláusulas del contrato, a veces hay límites en el kilometraje y otros aspectos que conllevan penalizaciones económicas. El coche no es de la propiedad del usuario, así que más vale olvidarse de cualquier tipo de modificación. Eso también afecta a las posibles reparaciones, que tendrán lugar en los talleres que tengan acuerdo con la empresa de renting, no en cualquiera que decida el usuario.
Aunque se calcula que el renting aporta un ahorro medio del 15 % respecto a la compra del vehículo, cada caso es un mundo. Siempre es recomendable echar cuentas antes de meterse en una inversión de este tipo. La clave es ser realista y conocer la cuota mensual que podría permitirse cada uno. Teniendo en cuenta eso se podría buscar el vehículo que más se adecue a las necesidades del usuario.