Más de 2,5 millones de menores han sido formados por el programa “Adolescencia y Alcohol”, con el que la Fundación Alcohol y Sociedad se ha propuesto desde el año 2000 eliminar hábitos inadecuados en el consumo de bebidas alcohólicas entre los menores. “El farmacéutico es un prescriptor muy creíble a la hora de dar consejos para prevenir el consumo de alcohol”, explican desde esta entidad.
La Fundación Alcohol y Sociedad lleva casi dos décadas siendo una herramienta de formación e información, dirigida a jóvenes, familias y profesorado, en materia de prevención de consumo de alcohol. La prevención basada en la educación es la mejor herramienta para evitar el consumo de alcohol por parte de la población menor de edad.
A través de una oferta educativa que plantean en centros escolares públicos, privados y concertados, desde la FAS buscan alcanzar principalmente tres objetivos: reducir el número de adolescentes que beben alcohol, retrasar la edad de inicio en el consumo y minimizar la cantidad que consumen aquellos adolescentes que ya beben.
“La fundación se dedica fundamentalmente a prevenir el consumo de alcohol en menores de edad. Tenemos una oferta educativa que desarrollamos en todo tipo de centros escolares. Hemos descubierto que a través de la formación y la información se consigue prevenir el consumo de alcohol entre estos menores”, explica Carolina Couso, responsable de Comunicación de la Fundación.
Desde que comenzaron con este proyecto, en la Fundación Alcohol y Sociedad han formado a más de 2,5 millones de menores. Sus intervenciones se llevan a cabo con adolescentes de entre 12 y 18 años. “Existen muchos mitos relacionados con el consumo de alcohol. Los menores tienden a pensar que hay bebidas mejores y peores, cuando realmente todas las bebidas son igual de malas para ellos, porque lo que contienen es etanol, que es común a todas las bebidas alcohólicas, sea vino, cerveza o bebidas destiladas”.
Mitos y realidades
Para desmentir todos los mitos relacionados con el alcohol, lo primero que hacen desde la fundación es ofrecer a los jóvenes una información científica, rigurosa y objetiva, además de explicarles las consecuencias que supone el consumo prematuro de alcohol. Después, para que los adolescentes asimilen todos los conceptos, realizan diferentes simulaciones y juegos con los que ponen en práctica lo aprendido.
Estas intervenciones se repiten dos veces a lo largo de tres años para repasar conceptos y comprobar si los consejos ofrecidos se han asentado realmente en el menor. Además se llevan a cabo diferentes charlas y escuelas de padres, para que cuenten con suficiente información y herramientas con las que conocer cómo es el consumo en sus hijos y cómo intervenir en cada caso.
Por otro lado, trabajan con los profesores de los centros mediante materiales específicos diseñados para ellos, con el objetivo de que los contenidos que se imparten en las charlas, se conviertan en algo transversal al resto de asignaturas y poder incorporarlos a otras materias.
Intervención en el entorno cercano del menor
“El entorno más cercano de los menores suelen ser sus amigos, sus padres y sus profesores. Si intervenimos en sus amigos a través de las charlas que hacemos con menores, con sus padres con las que hacemos de familia, y en sus profesores con las herramientas que les damos, abarcamos el área de influencia del menor. Le están llegando el mismo tipo de mensajes sobre la necesidad de no beber mientras sean menores desde todas sus áreas más creíbles, de todos sus referentes adultos, y desde sus propios amigos”.
La Fundación es auditada por dos vías. Por un lado realizan diferentes encuestas en los centros en los que intervienen para llevar a cabo una evaluación. Por otro lado, el Instituto Deusto sobre Drogodependencia lleva a cabo un estudio longitudinal en el que evalúa tanto a centros en los que se ha intervenido como a centros en los que no, para estudiar las diferencias. “En 7 de cada 10 casos el menor cambia positivamente sus hábitos en torno al alcohol. Estos buenos resultados son los que nos animan a seguir trabajando e intentando hacer este tipo de formaciones”.
Farmacéuticos implicados
En ese contexto, la Fundación Alcohol y Sociedad y el Consejo General de Farmacéuticos llegaron a un acuerdo para desarrollar diferentes acciones que implicasen también a las farmacias en la prevención del consumo de alcohol en menores.
El farmacéutico comunitario es un agente de gran importancia para lograr prevenir el consumo de bebidas alcohólicas en los menores de 18 años, por sus conocimientos en salud pública y medicamentos.
“El farmacéutico es muchas veces la primera persona a quien consultan los familiares por temas de salud. Es un prescriptor muy creíble a la hora de dar consejos para prevenir el consumo de alcohol y quisimos aprovechar ese potencial para intervenir un poco más en nuestro objetivo”.
Gracias a esta campaña, desde la farmacia comunitaria se ofrece educación sanitaria y consejo educativo a los propios menores, se previenen los problemas generados por el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad y se promueven hábitos de responsabilidad en el consumo de bebidas alcohólicas. Además se ofrecen pautas a los padres para detectar el consumo de alcohol en sus hijos y se aportan razones (sanitarias y sociales) por las que los menores no deben beber alcohol.
Desde la FAS y el Colegio de Farmacéuticos idearon conjuntamente una serie de herramientas centradas en proporcionar información a los farmacéuticos participantes con una guía de intervención, así como con formación online a través de internet para prevenir el consumo indebido de alcohol y colaborar en la resolución de los problemas sanitarios derivados. Además, las farmacias participantes están llevando a cabo una campaña de sensibilización dirigida a la población general, a quienes ofrecen información y material divulgativo, en especial a menores y sus familiares.
“Consideramos que podía ser muy útil para algunas familias, sobre todo en las zonas rurales donde no disponen de un médico a diario, y los farmacéuticos conocen mucho más a la población. Quisimos tener en cuenta sobre todo a los menores y a sus familias”.
Además de proporcionar toda esta información a farmacias del ámbito nacional, el acuerdo incorpora también la posibilidad de, mediante convenios específicos, promover la realización conjunta de actividades en el ámbito educativo con el objetivo de contribuir a que no quede ni un menor escolarizado sin recibir formación específica en materia de prevención sobre el consumo de alcohol.
En la práctica totalidad de los Colegios de Farmacéuticos se llevaron a cabo este tipo de colaboraciones. “En ocasiones, quien imparte las charlas en los colegios son los propios farmacéuticos. Ellos mismos realizan más charlas relacionadas con la salud en centros escolares, y uno de los temas que incluyen son nuestras formaciones para prevenir el consumo de alcohol. Estamos muy contentos porque la campaña está teniendo muy buenos resultados y está siendo efectiva”.
Gracias a esta campaña, #MenoresNiGota, realizada conjuntamente por la Fundación Alcohol y Sociedad y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, recibieron el premio a «Mejores Iniciativas del Año» del Correo Farmacéutico, revista referente en el sector sanitario, en la categoría de Atención farmacéutica y educación sanitaria.