Una camarera de Dallas (Estados Unidos), Lidsey Glass, fue detenida por servir alcohol a un hombre borracho que, tras salir del bar, mató a su exmujer y a otras siete personas más, mientras veían un partido de los Dallas cowboys en televisión, hace dos años.
La detención de la joven de 27 años se practicaba hace una semana, acusada de violar una ley del estado de Texas que prohíbe servir alcohol a una persona bebida, drogada o demente. Ahora, según la ‘CBS’, se enfrenta a un año de cárcel y una multa de 500 dólares como máximo.
Según el comunicado oficial, Glass siguió atendiendo al hombre, consciente de que estaba borracho, tal y como escribió a otro camarero en un mensaje de texto, al que le contó que tenía un cuchillo y había dicho que «tenía que hacer un trabajo sucio».
El forense confirmó después que su nivel de alcohol en sangre era cuatro veces superior al límite permitido.
Hight, de 32 años de edad en aquel fatídico 10 de septiembre de 2017, se dirigió a casa de su mujer separada tras abandonar la barra del bar y abrió fuego contra ella y sus invitados antes de que un oficial de policía disparara y le matara.
Según informara el medio local ‘KXAS-TV’, Glass era amiga de la fallecida Meredith Hight y se esperaba que hubiera acudido a la reunión que terminó siendo una masacre.