Internet ha revolucionado el mundo del comercio y de las relaciones personales. Los usamos para todo: para comprar, para vender, para intercambiar, para pagar impuestos, para resolver dudas, para conocer gente. Pero ese inmenso potencial positivo tiene también su lado oscuro: el de los fraudes. Los engaños están a la orden del día y es preciso estar muy atentos para no salir perjudicados en nuestras incursiones en la red. Aquí van algunos consejos para evitar disgustos.
5Artículos de segunda mano
La compra-venta de artículos de segunda mano entre particulares está en pleno auge. Desde que aparecieron páginas como Wallapop y otras similares, la actividad se ha multiplicado y ha abierto las puestas al fraude.
El engaño se produce principalmente cuando se adquieren artículos con envío incluido. Algunos vendedores exigen el pago por adelantado y entregan después un producto que nada tiene que ver con lo ofertado. Para el cliente, la estafa es doble: paga por algo que no se corresponde con lo pactado y además no puede reclamar, porque se trata de un acuerdo entre particulares.
Para evitar estos fraudes, conviene hacer los pagos contra reembolso. En la medida de lo posible, es mejor hacer tratos con personas cercanas desde el punto de vista geográfico. Así, no hay necesidad de pactar un envío y el artículo puede comprobarse in situ, antes de pagar.